La alternativa es la N-630 con el asfalto descarnado

Transitar por el corredor sur de la provincia de León resulta cada día más caro; a los perjuicios y riesgos que conlleva la A-66 en una situación deplorable que ha elevado ya la contestación de los usuarios en busca de soluciones inmediatas, se une una alternativa que resulta igual de dolosa, a tenor del estado de la carretera. El trazado de la Nacional 630 entre León y el límite de la provincia, más allá de la localidad de Cimanes de la Vega tiene como denominador común un asfalto descarnado, agrietado y desaconsejable incluso hasta para la integridad de los neumáticos del vehículo. Si a la A-66 se le inyectaron durante 2014 algunos hilos de alquitrán que resolvieron de forma circunstancial el riesgo de quiebra del firme, la traza de carretera nacional no ha tenido tanta suerte con el reparto de fondos des estado para mantenimiento. Las quejas de los ayuntamientos del entorno ante el olvido de la estructura no han encontrado eco en los organismos de la administración central. La traza de la Nacional 630 se considera vital como eje de desplazamientos domésticos por una de las comarcas que más vida social y económica mantiene en el entorno rural de la provincia de León.