El enchinarrado de La Piconera, expuesto como ejemplo de la obra de la plaza del Grano

A la par que se producía la manifestación de la plataforma en defensa del Grano, el soportal del bar La Piconera ya lucía ayer la primera muestra de intervención en el enchinarrado, que se ha recuperado de manera perfecta y acorde a la tradición. Cuando se termine con esta zona se pasará al soportal que hace codo entre las calles Juan II y Capilla para hacer lo mismo.

En la obra del enchinarrado de los soportales que ocupa el bar restaurante La Piconera, los morrillos o chinarros, cantos rodados de pequeño tamaño, se están asentando en tierra mejorada. La obra en esta zona ha permitido recuperar los dibujos originales de la zona de los soportales, que estaban perdidos. Según reconocen los propios miembros de la plataforma, que vigilan en grupos las obras, los chinarros se están colocando de forma manual. La corrección del arreglo hasta el momento, salvando la entrada de maquinaria pesada en la plaza el primer día de las obras para levantar el asfaltado de la calle Capilla, ha llevado a la plataforma a centrar sus protestas en el pavimento del resto de la plaza, que en principio no se va a acometer, y en la anchura de las aceras que bordean el Grano, que abarcarán metro y medio y hasta dos metros en las zonas de los garajes y que, según el proyecto, serán las únicas zonas que llevarán más cemento para soportar el peso de los vehículos.

El Ayuntamiento ha actuado en la tercera parte del soportal de La Piconera. Esa fase de la obra estará terminada antes de Semana Santa. Tras la Semana Santa, se actuará en el soportal de la casa de madera, la única que conserva los soportales sostenidos por vigas de madera al estilo tradicional leonés.

Base sobre la que se ha asentado el enchinarrado de la plaza del Grano. DL