Silván y Mañueco empatan a número de avales, 150, y no hay más candidatos

Los precandidatos a la Presidencia del PP de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco y Antonio Silván, acaban de registrar en la sede autonómica del partido, a pocos minutos de que acabara el plazo, 150 avales cada uno y han manifestado un compromiso mutuo de juego limpio en las primarias. No ha habido finalmente más candidaturas. La presidenta de las Cortes, Silvia Clemente, que jugó a la ambigüedad durante todo el día, no se ha presentado.

El primero en llegar a la sede ha sido Silván, en torno a las seis y cuatro de la tarde, mientras que Fernández Mañueco lo ha hecho media hora después acompañado de su mujer, sin que se hayan cruzado en el camino, algo a lo que ambos han restado importancia. "Si nos damos abrazos todos los días...", ha explicado el alcalde de León instantes antes de salir por la puerta.

Lo novedoso del procedimiento de primarias para el PP ha provocado que la trabajadora del partido que ha recibido los avales y los propios precandidatos mostraran sus dudas sobre el proceder ante los reporteros gráficos que captaban el momento, sin que, a media hora de que se cumpla el plazo, se haya formalizado alguna otra candidatura.

Tras comparecer por la mañana en León, donde ha planteado los puntos que considera fuertes de su candidatura, Silván ha negado que este proceso pueda observarse como una crisis interna del PP porque todas las instancias del partido han dado un "mensaje de seriedad" y de "absoluta responsabilidad". "No hemos levantado la voz", ha resumido.

"Creo firmemente en el afiliado, en un partido más abierto, que ilusione más, con la oreja pegada al suelo, que responda a las sensaciones que la sociedad nos demanda", ha argumentado.

En la misma línea, el mensaje de Fernández Mañueco, que ha reiterado su seguridad sobre su triunfo en las primarias, se ha centrado en los afiliados de las nueve provincias -a las que ha citado expresamente cada vez que se ha referido a ellas- para ofrecer una continuidad y "construir el futuro desde el presente".

"Estoy en el mejor momento de mi vida política, tengo la ilusión de un joven, con 51 años, y también la experiencia de haber sido presidente de la Diputación de Salamanca, miembro del Gobierno regional y alcalde de Salamanca", ha detallado antes de negar que pueda hablarse de crisis interna, porque el PP está ante "un ejercicio de democracia interna".

Preguntados ambos por los acuerdos alcanzados en la reunión que ayer mantuvieron para apurar las opciones de que hubiera una sola candidatura, únicamente han reconocido que se comprometieron a presentar únicamente 150 avales en lugar de caer en una batalla por conseguir el mayor número, pero han optado por la prudencia para referirse al resto de pactos, en aras del juego limpio.

Tanto Silván como Fernández Mañueco han preferido esperar a conocer los resultados de la votación el próximo 17 de marzo para hablar de las posibilidades que surgirán después, aunque no han negado el compromiso que al parecer han alcanzado para que prevalezca la votación de los afiliados frente a la opinión de los compromisarios que participarán en el Congreso del 1 de abril.

"Me conocéis, de las conversaciones privadas, reserva absoluta", ha apostillado Silván antes de argumentar que no es "sospechoso" de evitar "tender la mano en todo", por lo que ha comprometido posibilidades de acuerdo y entendimiento "desde el minuto cero". "Hasta ahí digo", ha cortado.

Por su parte, Fernández Mañueco ha insistido en que es el momento de los afiliados, pero que tiene "el margen de apoyos y avales necesarios" para "ganar". "A partir de ahí, hablaremos", ha resumido el regidor salmantino.

Sobre los supuestos perjuicios que puede generar la bicefalia, Fernández Mañueco ha sostenido que "va a ser muy llevadera", tanto por su parte si gana como por el presidente autonómico, Juan Vicente Herrera, con quien llegará a acuerdos "fácilmente".

Ambos han contestado a preguntas sobre la acumulación de responsabilidades y cargos de una forma similar, en el sentido de que tienen que responder ante unos ciudadanos que les han elegido como alcaldes y procuradores autonómicos y con el argumento de que ya tienen responsabilidades orgánicas en el partido.