Silván cede el paso ante la maniobra de Majo para liderar el PP provincial

álvaro caballero | león

En Viernes de Dolores y a media tarde, Antonio Silván y Juan Martínez Majo cerraron ayer la vía de agua que había abierto el segundo el pasado lunes con la confirmación pública de su interés por liderar el PP de León. No habrá guerra, como escenificaron en la comparecencia ante los medios, convocada a toda prisa, después de que el alcalde cediera el paso para que sea el presidente de la Diputación quien presida el partido en la provincia. «Mi amigo», se repitieron uno al otro con demasiada insistencia, para intentar convencer de que habrá una candidatura de «cohesión, coherencia y suma» en la que Silván será «lo que él quiera», como apuntó Majo, lo que quiere decir tanto como tan poco, más allá de miembro nato de la ejecutiva. «León va estar unido entorno a Juan. Es lo que le hemos trasladado a Mañueco y le ha gustado mucho», recalcó el regidor, quien abundó en que «es el mejor perfil» y «aglutina lo mejor de León y de su territorio».

Después del golpe de la derrota en el congreso autonómico ante Fernández Mañueco, que le cierra su candidatura a la Junta en 2019, Silván acaba por replegarse en el Ayuntamiento. «Antonio será candidato a la Alcaldía de León, aunque es muy pronto, si él quiere», concedió Majo, quien ha dado el paso al frente después de que diputados provinciales y presidentes comarcales, ávidos por conservar su escaño, le convencieran esta semana de que debía presentarse para liderar el partido si no quería que Silván pudiera reclamar la presidencia de la Diputación en 2019. «Ya veremos a ver, aunque no voy a hacerme eterno ahí», ironizó Martínez Majo cuando se le preguntó por si la maniobra pretendía autoafirmar su poder en el Palacio de los Guzmanes, donde pidió que se le deje «un poco más», en referencia al próximo mandato, para que «los proyectos puedan materializarse».

El aspirante a líder negó incluso que haya habido militantes, deudos de la época de Carrasco, que le hayan puesto como condición dejar fuera a Silván para contar con su apoyo. «Nadie se ha dirigido a mí, ni me ha presionado para nada. No lo voy a permitir nunca», expuso, antes de volver a insistir en que el alcalde será «una persona clave y fundamental en el equipo» y darle las «gracias por un gesto que le engrandece como político y como persona». «Hemos hablado con Mañueco y ha dicho que vuelve a demostrar que es un caballero una vez más», desveló Majo para seguir con la retahíla de elogios, después de apuntar que en estos días también había informado de sus intenciones al actual presidente provincial, Eduardo Fernández, quien desde su posición reforzada por el liderazgo autonómico de su amigo Mañueco se afianza en su interés por seguir como diputado nacional en la próxima legislatura. «Vamos a trabajar juntos, Antonio y Juan, Juan y Antonio», resumió.