El Voto preserva la cultura del encuentro

dl | león

Los pendones volvieron a flamear en agradecimiento por la intercesión de la Virgen del Camino para agotar un periodo de sequía criminal que arrasó la Tierra de León en el siglo XII; de puertas afuera de la basílica que alberga la advocación a la patrona de la Región Leonesa, se conjuga el mismo tono pardo en la acuarela que distingue los cultivos agostados del campo leonés. Bajo el templo mariano, el mismo fervor debido al legado de un pueblo fiel a la tradición. Como si nada hubiera cambiado en 52. Ese es el concepto de la ofrenda a la Virgen del Camino que se conmemora cada segundo domingo después de Pascua, que viene a mostrar la gratitud del pueblo leonés, liberado del trance de la sed y de una primavera condenada sin lluvia que pone en solfa cosechas y paneras de grano. Como si nada hubiera cambiado en cinco siglos.

De ese gesto generoso que recuerdan los leoneses se conmemora esta ofrenda que pone a los ayuntamientos del Voto a los pies de la señora, a las corporaciones locales de Valdefresno y Villaturiel, a sus gentes, herederos de la Hermandad de la Sobarriba, y de la carga simbólica que arrastran sus pasos sobre la historia y representa el pendón de Tierra, valor heráldico de aquel tiempo extremo en el que las tierras de entre dos ríos protagonizaron este gesto en agradecimiento a San Isidoro, por el freno a la sequía que azotó León con tal saña que quedó grabada en la memoria. De esa misma oferta se levantó en la ciudad de León el altar de las Cabezadas (también conmemorado ayer), mientras que los vecinos de los pueblos de la Sobarriba trasladaron su plegaria a Santa María la Virgen del Camino, ensalzado desde que en los primeros años del siglo XVI la aparición mariana en las lomas que dan continuidad al Camino de Santiago al oeste de la ciudad de León terminó por levantar en este lugar un referente para comprender las referencias sociales, culturales y religiosas de las Tierras de León.

Todo esa encomiendas atesora la ofrenda, el voto, que los representantes de los Ayuntamientos de Villaturiel y Valdefresno, con sus corporaciones encabezadas por sus alcaldes, Valentín Martínez y José Pellitero, entrega dos semanas después de la celebración de la Pascua a la Virgen del Camino. También veladores de un sentimiento secular que fomenta la cultura del encuentro entre fieles y, a su vez, con las generaciones de antepasados que cumplieron con la tradición que distingue a un pueblo agradecido.