Los barrios del norte reclaman empleo

A. G. puente | redacción

Entre la sorpresa, la alegría y el escepticismo. Los vecinos de los seis barrios del norte de la capital que recibirán una inyección de fondos de la Unión Europea para su revitalización y puesta al día analizaron ayer la noticia a la espera de acontecimientos y con muchas reivindicaciones sobre la mesa. Múltiples de ellas son comunes: Planes que generen empleo, mayor atención a los mayores, recuperación de zonas deterioradas como viviendas y solares, acciones contra la desigualdad y los problemas de integración, el paro o las brechas sociales. Los afectados por las obras de Feve, que llevan meses y meses coleando, reclaman ante todo el fin de estos trabajos y que el tren vuelva a pasar por la vía hasta el centro de la ciudad.

«Por fin en los barrios periféricos de la ciudad nos llega algo así para echarnos una mano, llevamos mucho tiempo marginados y olvidados». El presidente de la Asociación de Vecinos del Barrio de la Inmaculada, Carlos Fernández Redondo, se mostró ayer «encantado» tras conocer que su vecindario, al igual que los otros cinco del norte de la ciudad, forma parte de un plan de inversiones municipal de 28 millones de euros —apoyado al 50% por fondos Feder de la UE— para su integración a través de un proyecto de desarrollo urbano sostenible. «Vendrá bien para revitalizar la zona».

Precisamente este barrio será el epicentro de la actuación con la ubicación en las viejas escuelas, con previsión de rehabilitación, de un centro de innovación urbana, con vivero de empresas de eficiencia energética, ciberseguridad y biotecnología. Los vecinos también quieren que a través de este plan se preste más atención a sus mayores, los solares y viviendas abandonadas y en mal estado y se instale la fibra óptica en toda la zona.

Cerca, se muestran más escépticos sobre el impacto de este nuevo plan. «Subvenciones ha habido muchas, pero por mi barrio no han pasado». Carlos Peña, el presidente del Concejo de Vecinos del Barrio de la Asunción, cree fundamental que las actuaciones vayan dirigidas a paliar los grandes problemas de la zona: paro, exclusión social y déficit de atención sanitaria. En el ámbito de las mejoras de las condiciones de habitabilidad, uno de los aspectos a los que prestará atención la intervención, aludió al deteriorado estado de las conocidas como casas de don Pablo. «Problemas hay muchos, esperemos que el dinero no se pierda en los despachos con los proyectos». El parón intermitente que sufren las obras de integración de Feve, con los consiguientes perjuicios para las zonas que atraviesa, supone uno de los escollos que los vecinos quieren solucionar.

También es el principal problema para el que la Asociación de Vecinos San Esteban-Vías reclama la atención del Ayuntamiento. Su presidente, Vicente García, recalca que «el tren debe volver a pasar por allí cuanto antes, nos dijeron que en abril terminaban las obras y ahora hablan de otros seis meses más, vivimos enfrente de las vías hacen obras y vuelven y las estropean; esto me huele mal».

Y el segundo asunto que requiere una intervención urgente en esta zona del norte tiene al conocido como barrio Canario como protagonista. «Está a siete minutos de Santo Domingo y su aspecto es tercermundista».

En el barrio de San Mamés, pretenden que este plan encuentre un hueco para encajar su largamente reivindicado centro cívico. El presidente de la asociación de vecinos, Fernando García Marcos, explica que llevan pidiendo este equipamiento «desde los tiempos del alcalde Amilivia, aunque siempre han surgido problemas y seguimos esperando». Considera que se trata de una infraestructura vital para los mayores y las actividades del resto de los habitantes del vecindario. Incluso, recuerda, podrían compartirlo con el vecino barrio de La Palomera. «Las dos asociaciones ya lo hemos pedido juntos en el Ayuntamiento». El tema de las obras de integración del ferrocarril de vía estrecha también preocupa en San Mamés. «Lo de Feve es un auténtico despropósito, a ver si de una vez por todas acaban; las obras parecen ir muy avanzadas, así que esperemos que finalicen de una vez». El empleo preocupa en todos los barrios, el paro crea bolsas de marginalidad que quieren frenar con inversiones que ayuden a generar economía. El deterioro de muchos vecindarios ha provocado que los residentes se muden.