La prisión de Villahierro cuenta ya con doce yihadistas por tan sólo dos etarras

miguel ángel zamora | león

El Centro Penitenciario Provincial de Villahierro ya guarda una proporción de seis internos de ideología yihadista por cada etarra existente y se suma a la tendencia nacional, donde ya son muchos más los reclusos relacionados con los delitos de estas características que los vinculados al independentismo vasco. Actualmente hay doce internos relacionados con la Yihad, por solamente dos etarras.

Los doce reclusos de estas características permanecen en régimen cerrado. Se mantiene en la prisión una estricta observación de las normas de régimen interno con ellos, habida cuenta de que por sus condiciones, el comportamiento no se incardina en la norma ‘habitual’ de los reclusos de esta tipología. La época en la que más incidentes se registran es precisamente la del inicio y el desarrollo del Ramadán, que termina esta semana. Por lo demás, sus comportamientos están perfectamente estudiados y hay un protocolo de respuesta (como en el caso de los demás reos) para los casos en los que se producen incidencias.

ETA no ha cometido un atentado desde marzo de 2010, etapa que ha coincidido con el auge del yihadismo. Se ha producido, así, un aumento exponencial del número de presos vinculados con el terrorismo islamista, que ha llegado a 228.

De forma paralela, la población reclusa etarra disminuye año a año. Los últimos datos conocidos de reos etarras elevan hasta 280 el número de integrantes de la banda terrorista presos en España, a los que habría que añadir otros 80 recluidos en 21 prisiones francesas: 360 en total.

Esta cifra supone casi la mitad del número de etarras que estaban presos en las cárceles españolas y francesas el 20 de octubre de 2011, el día que la banda anunció el «cese definitivo de la actividad armada». Ese día había un total de 703 miembros de la organización encarcelados.

EL ÚLTIMO DEL 11-M

Saed el Harrak, un marroquí de 44 años que permanece interno en el Centro Penitenciario Provincial de Villahierro, será el último recluso relacionado con los atentados del 11-M en cumplir las penas de prisión impuestas en su día, y que en su caso le mantendrán en la cárcel leonesa hasta el 25 de octubre del presente año. El Harrak mantiene una vida más o menos tranquila en el interior de la penitenciaría leonesa. No han trascendido incidentes en los que hubiera participado pero también es cierto que tiene un grado de participación más bien bajo en las actividades de carácter voluntario. En cualquier caso y en principio, no es uno de los internos más conflictivos.

CONFESIÓN

Procesado por integración en organización terrorista, El Harrak reconoció en el juicio que pasó el día 7 de marzo de 2004 con Abdennabi Kounjaa, presunto autor material de los atentados, que se suicidó posteriormente en Leganés, un detalle que había negado en su declaración policial. Trabajaron juntos en la localidad toledana de Bargas. Cuando fue detenido, no quiso reconocerlo por miedo a ser encarcelado. Decidió negarlo «todo» porque «no quería saber nada de nadie» y porque en esa época su esposa estaba embarazada. «Ahora ya quiero contarlo todo».

También en la penitenciaría que se asienta en el término municipal de Mansilla de las Mulas estuvo un peligroso terrorista supuestamente relacionado con episodios de yihadismo, que responde al nombre de Ilias El Allaoui Bekkaoui, un marroquí detenido durante la importante operación antiterrorista que se desarrolló en Bélgica el pasado otoño. El Allaoui estuvo interno varios días en la penitenciaría afincada en Mansilla de las Mulas, fue trasladado a Madrid para prestar declaración en la Audiencia Nacional y se esperaba su regreso inminente a León en las próximas fechas.

LOS DE ETA

Juan Carlos Subijana Izquierdo y Olga Comes Arranbillet son los dos únicos miembros de la banda terrorista ETA que continúan cumpliendo pena en el Centro Penitenciario Provincial de Villahierro. La prisión leonesa registra una de sus cifras históricas más bajas de miembros de la banda, después de haber tenido en el interior de sus instalaciones hasta dieciséis integrantes, en los tiempos más duros de la lucha en el apartado antiterrorista.

Subijana, apodado ‘Txampi’, nacido en Vitoria en 1964, fue detenido el 4 de septiembre de 2001 por la Guardia Civil a raíz de la operación en la que fue desarticulado el ‘comando Barcelona’. En su domicilio de la capital alavesa fueron intervenidos decenas de folios con datos de posibles objetivos. El 8 de septiembre fue encarcelado por orden de la Audiencia Nacional acusado de pertenencia a banda armada y de haber reclutado a cuatro activistas. En marzo de 2001 fue puesto en libertad provisional, circunstancia que aprovechó para darse a la fuga. Cumple en la actualidad una condena de seis años de prisión que está a punto de concluir.

A Comes le quedan por delante todavía ocho años de pena. La Audiencia Nacional la condenó a once años de cárcel por intentar secuestrar al concejal del Partido Socialista de Euskadi (PSE) de Eibar Benjamín Atutxa, para lo que preparaba ampollas tranquilizantes y excavó un zulo.

Comes huyó a Francia en 2007 desde Pamplona y a finales de ese mismo año volvió a España para integrarse en el comando, al que la cúpula de la organización hizo llegar información sobre el concejal, que acudía a su trabajo en un centro de enseñanza sin escoltas, para que le secuestraran y le ejecutaran.