León realoja a las familias gitanas de las chabolas del Hospital con el plan Edusi

Álvaro Caballero | león

Hace 28 años que les sacaron de la marca por la que se dibujaba entonces la ronda Este y los casuchas de la calle Las Fuentes que entorpecían el desarrollo urbanístico de La Chantría. Quedaron ahí: unos en Las Graveras, el espacio que se angosta entre el estadio Hispánico y el río Bernesga, y otros en los Altos del Duero, la atalaya que se avista frente al complejo hospitalario. Era temporal, según les prometieron. Se trataba de apenas 5 ó 6 años de manera transitoria para luego asentarlo en un piso de protección oficial. Pero mandato tras mandato, el problema se ha cronificado hasta asentarse en el paisaje como algo aplazable. Pero ahora, el Ayuntamiento alumbra una salida dentro del plan de los fondos europeos de las Estrategias de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado (Edusi) con la que liberar al menos a la media docena de vecinos que hay en las chabolas trepadas al otro lado de la circunvalación

La delimitación a los Altos del Duero se debe a que Las Graveras no entran dentro de la demarcación de los barrios del norte para los que se aprobaron los 28 millones de euros del plan: 14 aportados por la Unión Europea y otros tantos por la administración municipal. La estrategia se presenta como el modo para buscar «una solución que resulta evidente que es necesaria», como reseña la concejala de Servicios Sociales, Aurora Baza. «Ahora, lo que hay que decidir es cuál es la mejor», apunta, tras citar que será la mesa formada por los técnicos de Urbanismo y los partidos políticos la que apruebe de manera definitiva la actuación.

Para avanzar en el trabajo, los profesionales de Servicios Sociales ya han planteado su apuesta: «Un realojo en pisos de alquiler de precio público con apoyo y acompañamiento», confirma Baza, quien apunta que la otra opción podría pasar por «la adquisición de viviendas y que tengan que pagar una parte de la misma». En ambos casos, insiste la concejala, el plan pasaría por que «los trabajadores de la concejalía tutelaran todo el proceso para que atiendan los pagos de los recibos y del coste de la comunidad», además de que «se integren a la convivencia normal del vecindario y cumplan con las normas».

Baza avisa de que el plan para el realojo de las siete familias que viven en otras tantas chabolas frente al complejo hospitalario en ningún caso pasará por «regalarles la vivienda», ni que se produzca «un agravio con el resto de ciudadanos». «Habrá que definirlo todo bien dentro de as mesas de trabajo, pero la idea principal es que se les busque el piso y se les ayude con los gastos del traslado de sus pertenencias, la compra de electrodomésticos y otros gastos», señala la edil, quien recalca que el objetivo básico que se persigue es «que se adapten y sepan que tienen unas responsabilidades con la comunidad».