La reforma del economato acaba con la dispersión de los servicios de Renfe

L. urdiales /A. caballero | león

Renfe acaba de dar el primer paso administrativo para acabar con la diáspora de servicios y espacios que gestiona en la capital leonesa. La operadora ferroviaria licita por 2,2 millones de euros las obras de reforma del antiguo economato, que convertirá así en su sede corporativa, con la agrupación bajo el mismo techo de las áreas de actividad que tiene operativas en León. Más de 2.200 metros cuadrados de la vieja estructura comercial se transformarán en modernas oficinas.

Espejo y prolongación del proyecto vanguardista diseñado por el estudio de Tomás Llavador, modelo para crear un espacio diáfano sobre planta baja y entreplanta del inmueble contiguo a la estación. Las ofertas para optar a ejecutar esta reforma de estructura se podrán presentar hasta el día 22 de enero. Renfe calcula que la ejecución de la obra coincida con la finalización de 2018; y eso, a pesar de un ligero retraso sobre los plazos previstos para este proceso de concurso.

La operadora llevará a ese espacio remozado el centro de Formación de Maquinistas y simuladores, hasta ahora ubicado en el edificio de base tecnológica, en Eras de Renueva; las áreas de viajeros y maquinistas, con dotaciones exclusivas para ubicar las taquillas del personal; también centralizará en ese nuevo espacio el gabinete sanitario, hasta ahora asentado en el barrio de La Sal; prensa protección civil y seguridad dejarán la ubicación temporal en el edificio Abelló para desplazarse a las nuevas oficinas del economato, en una estancia contigua al departamento de mercancías, que también se trasladará a este área central de Renfe en León.

La obra que se licita pretende una sede eficiente y vanguardista por dentro y por fuera; porque en el exterior acometerá un remozado completo a la cara de la fachada y parte interior. Se retirarán del frontal las barras metálicas en forma de dominó para dejar paso a una estructura acristalada, según los cánones y tendencias de la arquitectura actual. La parte posterior, que limita con los andenes, contará con la misma expresividad, contagiada por ese aire de modernidad que recibe en la entrada a doble nivel, con accesos atractivos que quieren trasladar detalles de vanguardia. También por lo que aporta al conjunto urbanístico que se gesta ahora en torno a la integración del ferrocarril en la capital leonesa. Porque la caja del antiguo economato envuelta en la estructura de cristal será lo primero que vea el viajero que acceda a León en tren y por esa plaza que se construye entre el bulevar de la calle Astorga y la estación de ferrocarril. En esa manzana se fragua desde el pasado verano una de las transformaciones más severas del entorno urbano de la ciudad. La aportación de presupuesto para acometer este proyecto va más allá de la obra a pie de calle y alcanza a la dotación estructural; Adif, por ejemplo, acaba de licitar la reforma del centro de mando.