Unicaja ultima la fusión con el objetivo de mantener la vinculación territorial

maría j. muñiz | león

En apenas dos meses, en abril, se hará efectiva la fusión de Unicaja Banco y España Duero. La integración plena de las dos entidades estaba desde el principio en el calendario estratégico de Unicaja, que tomó el control del banco heredero del negocio financiero de las antiguas cajas de Castilla y León en marzo de 2014, hace ahora cuatro años. Ha sido un proceso progresivo de integración, que pasó primero por la unidad tecnológica y operativa y que ahora afronta el resto de las sinergias de negocio que la entidad tiene previsto asumir como un único grupo en las previsiones estratégicas del Plan de Negocio 2017-2020.

Un proceso en el que al frente de España Duero ha estado María Luisa Lombardero, consejera delegada de la entidad (que el miércoles presentó su cese como consejera de Unicaja, y no de su cargo al frente de Ceiss, como publicó este periódico por error).

A finales del pasado mes de octubre se anunciaba la decisión de los consejos de administración de fusionar las dos entidades para constituir el que será el séptimo banco del país por capitalización. Las juntas generales de accionistas deben ratificar el paso en el plazo máximo, fijado por la entidad, de dos meses. Que pondrá fin a los últimos cuatro años de esquema matriz-filial, que por otro lado se han gestionado siguiendo las directrices de la entidad con sede en Málaga.

María Luisa Lombardero continúa al frente del proyecto de España Duero, colaborando en el proyecto de integración de las dos entidades, como lleva haciendo desde que fue elegida para el cargo en mayo de 2014.

Cuatro años en los que el banco heredero de las antiguas grandes cajas de ahorro de Castilla y León ha conseguido reconducir sus cuentas y saldar el coste de la reestructuración financiera. El pasado mes de agosto Unicaja Banco devolvió íntegra y anticipadamente los 604 millones de euros que España Duero recibió en 2013 del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) para la resolución de los problemas de viabilidad heredados de las antiguas cajas.

En este momento quedan dos meses para ultimar los trámites corporativos y obtener las autorizaciones de las entidades competentes para formalizar la fusión efectiva de Unicaja Banco y España Duero. Un proceso que, según han reiterado los directivos de las entidades (y se contempla en las condiciones que fija el Memorando de Entendimiento sobre Condiciones de Política Sectorial y Financiera, MOU) en la parte que afecta a Castilla y León y sus zonas de actuación financiera reafirma los compromisos históricos de la entidad con el territorio donde creció y mantiene la mayor parte de su negocio; que tiene límites establecidos por las autoridades europeas en su negocio pero que está ajustado ya respecto a sus clientes y su plantilla.

Ahora la entidad en conjunto afronta el reto de la evolución de sus activos en los mercados de valores.