El bloqueo de Gersul pone en jaque la financiación del tratamiento de residuos

A. G. Puente | león

La elevada deuda y el bloqueo de la gestión que lastra la toma de decisiones en Gersul desde hace meses pone en jaque la financiación del todo el sistema provincial de tratamiento de residuos y podría obligar a subir la tasa. El propio presidente del consorcio y vicepresidente de la Diputación para el Bierzo, Ángel Calvo, reconoció que de no tomarse decisiones inmediatas habrá problemas de liquidez para hacer frente a los pagos del sistema durante 2018.

Ante los graves problemas que arrastra Gersul y la falta de soluciones por la parálisis de la gestión, Calvo convocó ayer a la junta de gobierno de este organismo para dar cuenta de la situación, un asunto que también explicó a los portavoces de los grupos de la Diputación. La falta de secretario en el consorcio, con una larga baja por enfermedad, ha provocado una parálisis en la gestión, cuya principal prioridad es la aprobación de los nuevos estatutos para adecuarse a la Reforma Local (Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local).

«Si no se aprueban los estatutos esto es un sinvivir», admitió Calvo. Recordó que Gersul cuenta con el cuarto presupuesto más importante de la provincia, con 22 millones de euros. «Deben determinar la nueva organización, cargos, labores... y el funcionamiento del día a día».

La piedra angular del sistema. Así definió el presidente de Gersul a los estatutos. «Un documento base que se ajuste a la ley de manera urgente». Ya están elaborados, aunque han quedado abiertos a la espera de un periodo de «reflexión y trabajo» de los integrantes de Gersul para que incorporen sugerencias y pueda culminarse el proceso.

De los nuevos estatutos penden decisiones tan determinantes como la vía de recaudación y gestión de la tasa con la que se financia el sistema provincial de tratamiento de residuos, la rúbrica del acuerdo definitivo con la UTE Legio VII para zanjar la deuda histórica que mantiene con ella o un asunto trascendental como la adscripción del propio consorcio, es decir, si su contabilidad aparecerá ligada al presupuesto del Ayuntamiento de la capital o al de la Diputación.

Una vez que el plazo de un mes, según estimaciones del presidente de Gersul, los nuevos estatutos puedan ser ratificados por la junta de gobierno y la asamblea, debe determinarse si la recaudación de la tasa sigue en manos del consorcio, vuelve a ser gestionado por la Diputación, como al principio, o es una empresa privada la encargada de esta misión. «Si se estanca la recaudación podría haber problemas en 2018, problemas de liquidez para financiar el sistema cuya única vía para costearse es el cobro de la tasa». El presidente de Gersul explicó que el padrón de este ejercicio debe estar aprobado en marzo y en mayo comenzar el periodo voluntario de cobro.

Otro asunto primordial se centra en el pago de los 23 millones de deuda que el consorcio debe abonar a la UTE Legio VII. Se trata de un acuerdo extrajudicial al que han llegado ambas partes después de años de contenciosos. Los impagos tienen como protagonistas cinco meses de facturas de 2009 (por pesadas; 4,7 millones) y todo el ejercicio 2010 (rendimientos; 10,5 millones). En la dura pugna entre consorcio y empresa, fundamentalmente por el asunto de los intereses generados por la deuda, la UTE llegó a demandar 49 millones, mientras que Gersul fijaba la cantidad en 21.

Bajo el arbitrio de un juez, ambas partes han seguido negociando hasta llegar a un acuerdo que ahora debe ser ratificado por el consejo de administración de Legio VII y la asamblea y la junta de gobierno de Gersul cuando los nuevos estatutos entren en vigor. El documento definitivo tiene que presentarse al juez, con un calendario de pagos y la vía de hacerlos efectivos.