Edificio referente social de la época
El casino se levantó en 1919 sobre los planos firmados por el arquitecto Gustavo Fernández Balbuena, quien había resultado ganador del concurso público. El inmueble se levantó sobre parte del solar que había dejado el convento de Santo Domingo, uno de los cuatro que hubo en la zona, y mostró la apuesta de su autor por aunar vanguardia y tradición para un edificio que fue referencia social de la época. El resultado fue un inmueble construido sobre la fuerza del ladrillo en el que el sótano estaba destinado para los servicios, la planta baja albergaba el café, la primera se reservaba para el salón de fiestas, la segunda dejaba otros dos salones para actos y los áticos se repartían entre la buhardilla central y los dos torreones laterales.
El inmueble fue adquirido en subasta en el año 1925 por las familias Mardomingo y Quirós, que pagaron 500.000 pesetas por la propiedad y alquilaron las dependencias al Casino Club Peñalba hasta su traslado a Papalaguinda. La entrada del Banco Bilbao en la década de los años 30, cuando se ubicó en la planta baja, y la ocupación total por la entidad financiera en los años 70 cambiaron la imagen inicial de la edificación, que perdió los ventanales de su fachada principal para habilitar nuevas entradas.