Luz de 8 de la mañana a 19.30 de la tarde en León si no se cambia nunca más el horario

Si se mantuviera el horario de verano para siempre y no se volviera a cambiar la hora, en invierno amanecería en León en torno a las ocho de la mañana y anochecería alrededor de las 19.30 horas. En verano, el sol saldría aproximadamente una hora antes, en torno a las siete, y se pondría sobre las 20.30 horas. El dato lo aporta el presidente de la Asociación Leonesa de Astronomía de León, José Gavilanes, que es partidario de que España se rija por el huso del Meridiano de Greenwich y que tuviera la misma hora que Inglaterra y Portugal.

El debate está abierto. A todos los niveles. También el económico. El presidente de la Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León (Cecale), Santiago Aparicio, exigió hoy la elaboración de un “estudio científico” en el que se recojan los “pros y contras” de suprimir el cambio horario en verano y en invierno porque “no se sabe qué es lo mejor”, tras la consulta pública de la Comisión Europea sobre este aspecto. Aparicio criticó que cada vez que llega la fecha se vuelve a especular con este tema “manido desde hace tiempo” y sobre el que nadie “sabe qué es lo mejor, porque hay estudios que avalan que es bueno porque se ahorra y otros aseguran que no se ahorra nada y solo platea inconvenientes en las empresas para adaptar a los trabajadores a los horarios”.

El dirigente patronal insistió en que es “un tema muy complejo y complicado” que requiere en todo caso “un estudio científico potente” para “ponerlo en balanza y tomar una decisión. “Pero que se haga de una vez y se deje de especular sobre este asunto cada vez que llega la fecha”, enfatizó en declaraciones a Ical. Santiago Aparicio apeló a que “se evalúe” su impacto “de una vez por todas”, a que se analicen con rigor todos “los pros y contras de ese cambio o que se deje como está” porque “nadie sabe en realidad hoy en día cómo podría beneficiar o perjudicar” esa modificación. “Es un tema muy técnico que se debe analizar muchísimo en sus pros y contras”, sentenció. Eso sí, dejó claro que cualquier decisión debe pasar por contar con horarios unificados para toda Europa, porque no puede ser dijo, que Portugal está con una hora menos y “los demás estemos en un horario que cambie dos veces”.

Aparicio resumió que lo mejor sería que se deje de hablar de tema adoptando una decisión para siempre y que la gente deje de hablar de este asunto cada año “sin ninguna base científica”. “Están los que que dicen que se ahorra energía y dinero y se impulsa la competitividad, y otros que aseguran que provocan incidencias laboralmente, porque los trabajadores están cansado, o afectan a los biorritmos, pero todos sin una base muy sólida que lo apoye”, dijo, para exigir de nuevo “un estudio con todos los pros y contras sobre el que los estados miembros adopten una decisión”.

La propuesta de suprimir el cambio estacional reabre el debate sobre el huso horario de España

La propuesta de la Comisión Europea de suprimir el cambio de hora ha reabierto en España el viejo debate sobre la modificación del uso horario ¿Es buena para nuestro país la decisión comunitaria? ¿Se puede aprovechar para modificar el uso horario adaptándonos al que nos corresponde geográficamente, el del Meridiano de Greenwich?  Tras algunas vacilaciones, el Gobierno ha decidido estudiar su respuesta a estas preguntas en profundidad, a través de un comité de expertos, tras cuyo dictamen se buscaría el consenso de las fuerzas políticas y sociales, según anunció Pedro Sánchez.

Desde la Segunda Guerra Mundial, cuando Franco decidió sincronizar los relojes con Berlín, España vive en una anomalía cronométrica. En vez regirse por el horario del meridiano que pasa por Zaragoza y marca la hora de Gran Bretaña, Irlanda y Portugal lo hace por el de la Europa Central. Son muchas las voces que se levantan desde hace años contra una medida que contribuye a alargar las jornadas y los horarios laborales. Incluso el Congreso de los Diputados llegó a recomendárselo al Gobierno en el 2014, pero ningún Ejecutivo se lo había tomado hasta ahora en serio.

¿Invierno o verano?

Si la propuesta de la Comisión Europea siguiera adelante, sería una oportunidad para dar el paso. Al tiempo que se decide suprimir el doble cambio estacional hay que acordar también con que horario nos quedamos, el de invierno o el de verano. La idea de Jean Claude Junker es que esta segunda decisión también se tome de forma consensuada, para evitar una diversidad que tampoco beneficiaría el mercado único. Nada impediría, sin embargo, que España se desmarcara de modo individual, teniendo en cuenta su atipica situación actual. Los cambios estacionales son competencia de la UE pero los usos horarios nacionales lo son de los estados.

La idea inicial del ejecutivo comunitario es que se imponga el horario de verano porque así lo han manifestado la mayoría de los que han respondido a la encuesta, dos tercios de ellos de nacionalidad alemana. Si así se aprobara, a España le bastaría con mantener el horario de invierno para acomodarse a su entorno geográfico.

Contradicciones

La respuesta de Sánchez llegó tras algunas vacilaciones de los miembros de su gabinete, una prueba de que el debate les ha pillado a contrapié, sin una opinión formada.  La ministra Portavoz, Isabel Celáa, afirmó que España estaba a favor de suprimir el cambio estacional y que la modificación del uso horario estaba en la agenda del Ejecutivo, aunque reconoció que la cuestión no se había tratado en el Consejo de Ministros.

El ministro de Exteriores, Josep Borrell, preguntado al finalizar una cumbre de Exteriores en Viena, salió del paso diciendo que el cambio de uso horario no se puede descartar pero admitiendo al mismo tiempo que no tiene una opinión formada.

Una horas después, ya con más tiempo para la reflexión, Sánchez dejó claro que no tiene aún ninguna decisión en cartera al advertir que se trata de “un asunto importante, que necesita de un análisis serio, riguroso. Y de un gran consenso”. Acto seguido anunció que "la posición del Gobierno es la de constituir un comité de expertos para evaluar qué conviene en términos de productividad, calidad de vida y ahorro energético”.

 Una vez que se conozca el dictamen de los especialistas  tendremos que trabar complicidades con los actores políticos y sociales para, en caso de que haya un eventual cambio, cuente con el mayor consenso posible”, añadió el  el líder socialista en San José de Costa Rica, en el final de su gira latinoamericana, que también le ha llevado a Chile, Bolivia y Colombia, informa Juan Ruiz.

La mayoría a favor del sí

Las organizaciones sociales, en cambio, si han empezado a pronunciarse claramente. Facua-Consumidores en Acción pidió al  Gobierno español que apoye esta decisión y que opte por el huso horario que le corresponde geográficamente porque esto permitiría “un mayor aprovechamiento de las horas de luz y, por tanto, un ahorro significativo en las facturas de los usuarios españoles”.

El director de Relaciones Laborales de la CEOE, Jordi García Viña, cree que la decisión de la Comisión Europea de poner fin al cambio al horario de invierno en la UE será beneficiosa y no perjudicará a las empresas.

Los españoles también se han pronunciado en la encuesta de la UE. El 93% están a favor de suprimir el cambio horario. Claro que ha votado un cantidad ínfima del censo.  

Los expertos también 

Elena Sintés, directora técnica de la Fundació Jaume Bofill y miembro de la Plataforma por el Cambio Horario, se pronuncia claramente a favor de que el horario de invierno se mantenga todo el año, haciendo un especial émfasis en los horarios escolares. "No es bueno que los horarios en general se alarguen tanto. Tendría que haber al menos una pausa para comer en una franja comprendida entre las 12 y las 14 horas, que no tiene que ser de dos horas, por supuesto", señala.

Antoni Díez Noguera, catedrático de Fisiología de la Universitat de Barcelona, opina que "la propuesta de no hacer el cambio horario, a nivel científico, es razonable". "Ni se ha demostrado la ventaja científica ni el supuesto ahorro de consumo energético, porque es muy residual. Y es cierto que cuando se cambia la hora, provoca algunas molestias en los hábitos personales, sobre todo en aquellas personas que tienen costumbres pautadas, como la gente mayor o los niños", explica. También cree que hay más argumentos para mantener el de invierno, "porque reduce la diferencia respecto al horario solar, que es el que se ajusta más al organismo".

El doctor Javier Albares, director médico de la unidad del Sueño de la Clínica Teknon de Barcelona se muestra contentísimo "porque es una reclamación de los profesionales de la salud desde hace mucho tiempo". También prefiere el horario de invierno porque "hay que adelantar el horario de salida de los trabajos, y si se implanta el de verano, nos levantaríamos de noche, lo que es muy malo para la salud", informa Carme Jané. 

Los astrónomos también tienen algo que decir

El presidente de la Asociación Leonesa de Astronomía de León, José Gavilanes, consideró hoy que el debate sobre el cambio horario “no tiene mucha relevancia” y mantuvo que se trata de una discusión “un poco estéril” desde un punto de vista astronómico. Sin entrar a valorar otros aspectos, como podrían ser los terapéuticos, económicos o sanitarios, Gavilanes incidió en que “lo natural” sería regirse por el sol, como se vino haciendo hasta hace aproximadamente dos siglos.

De hecho, Gavilanes estimó que la mejor opción para España y, por consiguiente, para Castilla y León, desde un punto de vista “romántico” sería que se situara en el horario del meridiano de Inglaterra y de Portugal, con un ahora menos aún en Canarias. “Es posible que organizativamente sea mejor que todos tengamos la misma hora”, aunque astronómicamente el horario viene marcado por el sol.

“Hasta hace dos siglos el sol era el que marcaba la hora”, que tenía un carácter local en cada lugar, de manera que al paso del meridiano eran las 12 de la mañana y por el antimeridiano las 12 de la noche. Fue el desarrollo de las comunicaciones lo que llevó a la imposición de horas oficiales, que en realidad eran “horas artificiales” que venían marcadas por artilugios metálicos. “Astronómicamente, opngamos la hora que pongamos, el mediodía será siempre el paso del sol por el meridiano”, aclaró. Sí que hay mayor influencia en el caso de la latitud.

A su juicio, desde un punto de vista astronómico, los relojes de sol “saldrían ganando” si se mantuviera el horario de verano durante todo el año porque “habría que hacer menos ajustes” y se les añadirían dos horas más la ecuación del tiempo. Por eso, Gavilanes reiteró que la decisión “no tiene mucha relevancia” astronómicamente porque “somos un granito de arena en la inmensidad del cosmos”.

De forma generalizada y hasta no hace tanto tiempo, las personas se guiaban por el sol, de forma que se empezaba a trabajar cuando había luz. “Hemos preferido cambiar la hora en lugar de cambiar nuestras costumbres” porque “bien se podría empezar a trabajar cuando el sol amanezca, a las ocho en invierno y a las siete en verano”, declaró.

De mantener el horario de verano, lo que sí se modificaría, aunque ligeramente, serían los horarios de salida y puesta del sol, de forma que en invierno amanecería en Castilla y León en torno a las ocho de la mañana y anochecería alrededor de las 19.30 horas, mientras que en verano el sol saldría aproximadamente una hora antes, en torno a las siete, y se pondría sobre las 20.30 horas, concluyó.

El Congreso pidió a Rajoy en 2014 lo que Sánchez hará ahora

 

El comité de expertos anunciado por Pedro Sánchez es algo más que una mera estrategia para salir del paso. En realidad un organismo así debería haberse creado después que el Congreso de los Diputados aprobara la primavera del 2014 un informe en el que recomendaba que España volviera al uso horario del Meridiano de Greenwich (una hora menos) como un elemento más para racionalizar los horarios y acercarlos a los estándares europeos facilitando así la conciliación familiar y el laboral.

Los diputados pidieron al Gobierno de entonces que llevara a cabo “un estudio socioeconómico para conocer en detalle cuál sería la incidencia económica global” de un posible cambio de uso horario, pero de este informe no hay constancia en los despachos del Ejecutivo. El gabinete de Mariano Rajoy ni siquiera llegó a encargarlo en los cuatro años que estuvo gobernando desde entonces.

El informe, elaborado por una subcomisión creada por de la gualdad sostiene que España vive una situación "anómala" puesto que se encuentra en el huso horario de Europa central, cuando debería estar en el de Europa occidental. "Por esta razón nuestro horario se rige más por el Sol que por el reloj", añade el texto, que también indica que a esta situación hay que unírsele una organización horaria laboral "también singular" y que en nada se parece al resto de Europa. La paradoja es que el informe contó con el apoyo del PP pero el PSOE se abstuvo, disconforme con que no figurarán los recortes en educación y sanidad como factor contrario a la conciliación.