Diario de León

ACOSO ESCOLAR

Libertad vigilada para una alumna que arrojó lejía a un compañero en el patio

El juez culpa a una de las tres acusadas de un delito de lesiones en abril en un colegio de La Virgen

Estado en el que quedó la cazadora.

Estado en el que quedó la cazadora.

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P. INFIESTA | REDACCIÓN
León

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El juzgado de Menores considera responsable de un delito de lesiones leve a una de las tres alumnas del colegio de La Virgen del Camino acusadas de verter, el pasado 14 de abril, todo un bote de producto abrasivo sobre un compañero del centro. El menor padece síndrome de Asperger y fue abordado en el patio durante el recreo escolar.

El estudiante, de 15 años, sufrió secuelas en un ojo y tuvo que someterse a observación por peligrar su visión. El magistrado impone a la adolescente una medida de seis meses de libertad vigilada, con la obligación de que acuda a un taller de habilidades sociales y resolución de conflictos, según consta en el fallo.

Las otras dos estudiantes quedan absueltas. En cuanto a indemnizaciones, sí impone a la menor y a sus padres el pago de 1.109 euros al agredido y los gastos del Sacyl, que ascendieron a 101,41 euros.

La resolución ha dejado un «sabor agridulce» a la familia de la víctima, que considera que las dos menores absueltas «también manejaron la situación» contra su hijo. El colegio de La Virgen inició un expediente disciplinario a las adolescentes y el servicio de Inspección de la Dirección Provincial de Educación estudió aplicar el protocolo de sanciones. La Junta calificó en su momento los hechos de «tema grave», aunque consideró que se trató de un «hecho aislado» del que se dio traslado a la Fiscalía de Menores para analizar la repercusión penal.

El propio colegio Camino de Santiago denunció la agresión a la Guardia Civil, al igual que los padres. Según relató el niño, aquel día ya había sido increpado durante el recreo por las estudiantes, que le pusieron la zancadilla. Intentó zafarse de ellas, pero le alcanzaron casi a la entrada del aula, donde se apoderaron de un bote del carrito de la limpieza que se guardaba al lado de su clase y una de ellas le arrojó parte del líquido (lejía) a la cara. El producto abrasivo le entró al ojo y en la boca y, al agacharse en un acto reflejo, su atacante volcó, presuntamente, el resto del abrasivo sobre la cabeza. Las prendas que vestía también quedaron dañadas. El padre del joven destacó que «la rápida intervención de los profesores del colegio y el acierto de limpiarle con suero, en lugar de con agua, seguramente, le salvó el ojo».

No obstante, se sintieron desamparados por la tardanza en las decisiones contra las acusadas. De hecho, este curso escolar, tanto el menor lesionado como sus dos hermanos han abandonado el Camino de Santiago y han comenzado las clases en otro centro escolar. Los progenitores del menor se preguntan qué pudo motivar la acción contra su hijo, «algo que no te esperas. De hecho cuando nos avisaron que tenía algo en el ojo, pensamos que le habría entrado alguna arenilla, no lo que ocurrió».

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