Los apicultores piden un etiquetado claro para poner coto a la 'invasión' de mieles extranjeras de baja calidad

La Unión de Campesinos Coag escogió ayer Salamanca como la ciudad en Castilla y León para llevar a cabo su reivindicación bajo el lema ‘En defensa de la miel española, por un sector apícola rentable y sostenible’, unas demandas que se llevan a cabo hoy en otras 16 ciudades españolas. En concreto, piden mayor transparencia en el etiquetado para clarificar así el origen del producto, puesto que la entrada en el mercado de mieles procedentes de países extracomunitarios, sostienen, provocó una bajada de los precios, que ya no cubren los costes de producción.

Un hecho, aseguran, que agrava la situación provocada por la caída de la producción como consecuencia de la sequía en 2017 y del exceso de agua en 2018. Aurelio Pérez, coordinador de Coag en Castilla y León, señaló que en un año normal, la provincia de Salamanca produce 4.000 kilos de miel.

«Este año la producción cayó en un 30 por ciento», dijo. Por ello, solicitan al Ministerio de Agricultura un acuerdo que obligue a mostrar en el etiquetado el origen de la miel, así como el porcentaje de mezcla. Desde el sindicato esperan que el acuerdo se formalice este mes.

La consejera de Agricultura y Ganadería y portavoz de la Junta, Milagros Marcos, respaldó las protestas de los apicultores y se sumó a la hora de pedir un cambio de la normativa de etiquetado «cuanto antes» para que así el consumidor pueda conocer el origen y el contenido del producto que está adquiriendo. Ante las protestas de los profesionales del sector de la miel que denuncian la entrada de producción extracomunitaria y la modificación del producto con distintas mezclas. A juicio de la consejera, el etiquetado «debe ser claro» para que así el consumidor pueda elegir. Aunque apostilló que la importación de miel no está prohibida, estimó que el consumidor debe estar informado sobre el origen del producto que consumo y si está mezclado, porque «la calidad es diferente».

Para Marcos, la miel de Castilla y León tiene «excelente calidad» pero abogó por que el consumidor identifique el producto que está consumiendo. Por eso confió en que las demandas en cuanto al cambio de la normativa de etiquetado que se están reclamando prosperen «cuanto antes» para que el producto se identifique «claramente» en beneficio del consumidor y de la producción.