EL CASO DE LA BURUNDANGA
«Demostraré todo en el juicio»
La acusada de utilizar burundanga contra siete personas niega las acusaciones y asegura que hay «demasiadas mentiras» La sospechosa cambia de abogado y ya va por el tercero.
Planta de burundanga.
La investigación de la Guardia Civil que deparó la detención, el encarcelamiento y la posterior puesta en libertad provisional tres meses después de la joven acusada de utilizar burundanga contra siete personas para apropiarse presuntamente de 41.000 euros ha dado paso a la instrucción judicial, que la investigada asume ya que terminará en un juicio que, por la magnitud de los delitos que se le atribuyen, terminará previsiblemente en la Audiencia Provincial y en el que la principal protagonista asegura que demostrará que «todo es una gran mentira».
En sus círculos más cercanos asegura que las informaciones que se han facilitado de forma oficial son falsas. Sostiene que no se encontró escopolamina en el acto de la entrada y registro de su vivienda de una populosa barriada de la capital, donde los agentes de la Guardia Civil hallaron suficientes pruebas incriminatorias. «Está todo atado y bien atado», aseguran responsables de la investigación, que entienden que el giro en la postura de la sospechosa es algo «habitual en estos casos».
De vuelta a su casa desde que se ordenara su libertad provisional el pasado día 2 de abril, cuando se permitió su salida del Centro Penitenciario Provincial de Villahierro, el camino judicial se apunta un tanto tortuoso para la joven, que de momento ha cambiado de letrado tres veces.
El primer profesional del turno de oficio que le asistió cuando fue detenida, fue sustituido por un segundo abogado, que a su vez ha dado paso a un tercer abogado con el que se pretende hacer frente a la instrucción del sumario de la causa.
La muchacha no se ha planteado por el momento el regreso a su puesto de trabajo en un hipermercado de León donde estuvo trabajando hasta que explotó el caso. La investigación se ha extendido también al ámbito de las componentes de la Selección de Fútbol Sala de Castilla y León sub 21, en la que militó hace unos años, para comprobar si pudieran haberse producido más presuntos casos de utilización de la sustancia.
La Guardia Civil ha denominado a este caso ‘Operación Black’ por la oscuridad que se encontraron en la investigación durante los primeros pasos de su trabajo. No se ha cerrado una segunda línea de investigación, por cuanto la sospechosa asegura que fue objeto de una extorsión de dos individuos, que le pidieron 200.000 euros, circunstancia que motivó la primera denuncia que puso sobre la pista a los agentes de la Benemérita. Inicialmente se sospecha que se trata de una denuncia falsa, pero por si acaso, se siguen los pasos de toda esta cuestión para no dejar cabos abiertos en el asunto, que todavía seguirá dando vueltas.