LA RECUPERACIÓN DEL PATRIMONIO FERROVIARIO
Resucita la vieja marquesina que inspiró Eiffel
La estructura de acero roblonado, tiene unidas todas sus piezas con remaches, sin un sólo tornillo, tal como había mostrado con maestría Eiffel en su torre de París
Obras para la recolocación de la marquesina de la Estación de León.
Hay un paso de tren subterráneo y, sobre él, la marquesina que recibe en León a los viajeros que llegaron a la ciudad desde hace más de siglo y medio.
La cubierta de la vieja estación vuelve a su sitio, como quien regresa para dar fe de la historia, una vez que se restañó los defectos del paso del tiempo. Y así da comienzo la nueva era ferroviaria de la capital, con una intervención profunda que se acomete a con el fin de orientar de nuevo el paso de los trenes hacia el norte y, en superficie, un paseo que integrará la ciudad en la estación, y viceversa.
La recomposición del entorno se ha diseñado al detalle; la marquesina de aquellos Caminos de Hierro del Norte se desmontó pieza a pieza, con la misma minucia que ahora se emplea para devolverla al encaje, a esa arista del oeste leonés.
La marquesina está inspirada en las obras de Eiffel, aunque no la diseñara él. Durante 117 años, la marquesina se mantuvo intacta. Nada se movió en ella desde que el primer tren con servicio comercial arrancó el 9 de noviembre de 1863, un día después de la fastuosa inauguración de la estación. En 1980, los 60 metros de longitud hechos arte y belleza se ampliaron a 90 para cubrir la ampliación del edificio de ladrillo industrial que conserva apenas difuminada alguna traza de su diseño original pero que respira otra época.
Fue levantada en piezas en los talleres de la compañía ferroviaria, hecha de acero roblonado, tiene unidas todas sus piezas con remaches, sin un sólo tornillo, tal como había mostrado con maestría Eiffel en su torre de París. De ese mismo estilo, metálico, francés, industrial, moderno y extremadamente bello, diseñó Saavedra los puentes con los que tuvo que salvar los ríos que jalonan la línea Palencia-León, con capital y tecnología extranjera para paliar el atraso tecnológico español, su evidente retraso en la revolución industrial, todo traído de fuera para mayor gloria de la expansión de las incipientes y poderosas compañías extranjeras. Hasta el reloj de la estación era francés.
Colocación de la vieja marquesina, ya restaurada. RAMIRO