Teruel, como el arco Atlántico: contra el modelo radial

Otra vez, la España desarrollada pone en evidencia a la España despoblada; la conexión entre el Mediterráneo y el Cantábrico va a poner en contacto a cuatro de las diez ciudades más pobladas del país. Por si fuera escaso el empuje del lobby empresarial que ha hecho fluir la inversión pública sobre el arco del Levante español, desde Algeciras y hasta la frontera francesa, el agravio territorial contra el que se rebelan las asociaciones empresariales, la reciente alusión del presidente del Gobierno a un cambio radical en el desarrollo de las comunicaciones, en detrimento del modelo radial que sólo beneficia al centro, coloca el foco en las urgencias pendientes para enlazar las dos costas; y también el retraso que acumula parte de este proceso; el tramo de Zaragoza a Valencia, a través de Teruel, es el eslabón de la cadena que va a terminar por poner en contacto dos fragmentos con las mayores cotas de desarrollo industrial de la península, y Bilbao y Valencia, dos puertos de referencia en dos territorios acordonados por el polo de Zaragoza; en conjunto, más de la mitad del Producto Interior Bruto de España y más de la mitad de las exportaciones. En ese concepto, también hay dos velocidades: Teruel reivindica ahora agilidad; para salir de un escenario propio de otros tiempos en materia de comunicaciones, del que no faltan reflejos en el noroeste.