Casas en pueblos para familias: así se lucha contra la despoblación

Otra faceta de Accem, tal vez más desconocida, es su labor para intentar quitarle protagonismo a ese concepto (tan de moda estos días) de la España vaciada. Gracias a un programa específico, han rehabilitado casas en diferentes pueblos de la provincia (Villarrín del Páramo, Arcahueja, Chozas de Arriba, Vidanes y Cimanes del Tejar) para llevar allí a familias de refugiados con la idea de que se asienten y lleven vida y niños a pueblos donde su horizonte más cercano apunta a casas cerradas. Esos pueblos que tanto abundan en la geografía leonesa donde la población es mayoritariamente gente mayor.

De hecho, hay alcaldes muy interesados en esta iniciativa para evitar una espada de Damocles que pende sobre ellos: que la Adminstración les pueda cerrar la escuela del pueblo debido a la falta de niños. Y un colegio abierto, una escuela con niños es siempre un motivo de esperanza, un gancho para las familias.

En el hotel de carretera que gestiona Accem en la antigua N-VI se encuentran acogidas varias familias de refugiados; en su mayoría procedentes de Venezuela y de Colombia. Su deseo es echar raíces aquí, salvo —como recalcan siempre— que la situación en sus países cambie de una forma sustancial. Se lo dicen siempre a Encarga García, responsable de Accem en León cuando habla con ellas de sus planes de futuro. «Todos buscan seguridad,tranquilidad y una vida mejor», apostilla en este sentido.

Accem es un colectivo con escasos fondos propios que se nutre de recursos de las distintas administraciones como los gobiernos central y autonómico, ayuntamientos, fondos europeos y también de algunas entidades como La Caixa.