El precio de este manjar, un euro, empañó la degustación

Los leoneses no se acercaron tanto como otros años a probar la empanada que ofreció ayer León Gótico en la calle Ancha. En las dos ediciones anteriores que se había celebrado esta degustación los leoneses se agolparon rápidamente sobre las mesas en las que descansaban los dos metros de empanada. Pero el precio ha frenado este año a los que se acercaron a por su trozo de pan relleno con bonito o pisto. Cada pedazo de empanada costaba un euro y, así, muchos pasaron de llevarse hasta ocho trozos (como sucedió en anteriores ocasiones) a ni siquiera acercarse a por uno. Se batió el récord de longitud de la empanada pero a punto estuvo León Gótico de quedarse con la mesa puesta. El escenario no cambió de un año a otro (calle Ancha y San Marcelo), tan sólo una pequeña barrera que impedía que se acercasen a las mesas los que no habían pasado por caja. Lo que no permaneció igual fue el interés de los leoneses por un plato que las otras dos veces no tardó más de veinte minutos en acabarse. La intención de León Gótico a la hora de poner un precio a cada pedazo era la de evitar que alguna persona se llevara varios trozos y otros se quedasen sin ninguno para que pudiera probar la empanada el mayor número posible de leoneses. Después de los primeros minutos la organización se decidió a anunciar por megafonía que se empezaría a ofrecer la empanada gratis ante la sorpresa de los que ya habían comprado su ticket. Éstos tuvieron que conformarse con participar en un sorteo de camisetas y gorras de León Gótico. A los pocos minutos los 210 metros acabaron por consumirse.