Heriberto Ampudia

La noticia se extendió como un reguero de pólvora entre los parroquianos y vecinos de la cercana iglesia de La Anunciación: «El párroco don Heriberto Ampudia, había sufrido un grave accidente de circulación». Y no pasó mucho tiempo hasta que el viernes 29 de julio del año 1988, la prensa local anunciara en primera página que entre las cinco víctimas que habían fallecido el día anterior se encontraba tan querido sacerdote. Desgraciadamente, así era: «A mediodía de ayer y en el Hospital Princesa Sofía de la capital ha fallecido don Heriberto Ampudia Caballero, sacerdote, a causa de las múltiples heridas provocadas en un accidente de tráfico». Su último servicio espiritual fue la atención de un campamento de los Hermanos Maristas en Villamanín, lugar de donde salía hacia León cuando se produjo la tragedia. Se había ido a los 59 años, siendo trasladado su cadáver el día siguiente, después de donar sus órganos, desde la cercana avenida de San Andrés hasta la Iglesia Parroquial de La Anunciación. Don Heriberto Ampudia Caballero era primo carnal del también recordado y con calle en nuestra ciudad don Rafael Ampudia González, el Padre Ampudia, como titula la vía que le homenajea y también párroco de San Isidro Labrador, cuya semblanza ha sido publicada recientemente en estas mismas páginas de Diario de León. Había nacido en la parroquia de Santa María de los Oteros el día 16 de abril de 1929, hijo de don Heriberto Ampudia y de doña Patricia Caballero. Cursó sus estudios en el Seminario de León, recibiendo el presbiterado el 21 de marzo de 1953. En julio de ese mismo año y hasta finales del siguiente sería destinado a la localidad de Valsadormín, en la provincia de Palencia, entonces incluida en la diócesis de León. Posteriormente pasará a Rabanal de los Caballeros, nominado ecónomo de Valdemora desde abril de 1958 hasta octubre de 1963. Es ese mismo año cuando fue designado párroco de San Martín del Camino hasta noviembre de 1985, compartiéndolo desde el primero de agosto de 1974 con el cargo de primer párroco de La Anunciación, puesto que ocupaba en el triste momento de su fallecimiento. El espectacular incremento de población experimentado por toda esta zona hizo concebir al entonces obispo de la diócesis, don Luis María de Larrea y Legarreta, la creación de una nueva parroquia que absorbiera parte de la feligresía que correspondía a las cercanas de San Francisco de la Vega, Trobajo del Camino y la Sagrada Familia. Así, con el nombramiento del Padre Heriberto Ampudia se inauguraría el día 15 de aquel mes de agosto la flamante parroquia de La Anunciación.