Los servicios médicos del Hospital, los que más pacientes recibieron en CyL

Las estadísticas vuelven a encumbrar al Hospital leonés por convertirse en el que mayor número de ingresos de pacientes agudos atendió en sus servicios médicos (18.856) en el conjunto de la Comunidad y en uno de los años más complicados en la historia sanitaria. Estas unidades mantuvieron el tipo a pesar del covid, ya que gestionaron una cifra similar de enfermos a la de 2019, pero con la gran diferencia de que el volumen global de ingresos cayó un 20%, se efectuaron 150.000 consultas externas y 40.000 urgencias menos.

Los servicios médicos de los complejos asistenciales de Salamanca y Burgos se sitúan en segundo y tercer puesto, según la estadística de Sacyl, que también muestra un significativo descenso del 30% en los ingresos quirúrgicos. Estos servicios registraron 4.400 pacientes menos en León.

El área pediátrica, que redujo notablemente las hospitalizaciones desde las 1.320 de hace dos años a las 805 del año covid,, sigue no obstante también a la cabeza de bebés y menores con necesidad de ingreso de las contabilizadas en la autonomía, también elevada en el área de obstetricia (1.746) y en cuidados intensivos (1.936).

 

El Complejo Asistencial Universitario de León (Caule) efectuó un gran esfuerzo, además, en 2020 para aligerar la lista de espera de pruebas diagnósticas. De hecho, el trabajo fue de tal envergadura que el Hospital logró reducir a un quinto el número de pacientes que necesitaban constatar sus posibles enfermedades con un TAC, una resonancia magnética, una ecografía o una mamografía.

Último trimestre

De las 12.130 personas que integraban esos listados al cierre de 2019 se ha pasado a 3.641, con un gran impulso sobre todo en el último trimestre, ya que el catálogo de enfermos en espera de una prueba se mermó a la mitad en los primeros nueve meses del año (5.680), mientras en sólo tres meses de septiembre a diciembre se volvió a dejar casi a la mitad. El Hospital de León también fue capaz de agilizar las esperas para el acceso a estas pruebas diagnósticas de modo considerable, un 50% en mamografías (de 101 a 51 días); y resonancias magnéticas (de 78 a 39 días); y más moderado en ecografías (de 42 a 38 días) y TAC (de 45 a 39 días). El paso por los escáneres permite obtener imágenes del cerebro y de la médula espinal, generalmente, para ver aneurismas de los vasos del cerebro, trastornos del ojo y del oído interno, además de la situación de los órganos y posibles lesiones. León consiguió también disminuir el tiempo medio para que un paciente pueda acudir a su primera consulta de los 46 días de 2019 a los 39 actuales, muy por debajo de la media del conjunto de hospitales de la Comunidad, que se sitúa en 113. De hecho, el Caule es el segundo hospital con mejor comportamiento en tiempo de espera para una consulta de la autonomía, sólo por detrás del Universitario de Valladolid, que registró 28 días.

En el caso del Hospital del Bierzo, la pandemia afectó de lleno al inventario de pacientes pendientes de una prueba diagnóstica, ya que se incrementó de los 1.945 inscritos a final de 2019 a los 3.731 con que clausuró 2020 al no poder atender la avalancha de pacientes. En lo que sí avanzó el centro hospitalario de Ponferrada fue en mermar el tiempo medio de espera para acceder a algunas pruebas, en tomografía se redujo de 137 a 14 días.