El grueso de las inversiones se centra en Cataluña Navarra y Valladolid

Hubo propuestas para dar solución a la inactividad de los espacios ferroviarios que quedan huérfanos de destino en todo este proceso paralelo que acompaña la integración o soterramiento del ferrocarril en León. Algunas centrales sindicales, llegaron a proponer el área de oficinas contigua al área de la vieja estación para ganar espacio en el paso de la calle Quebrantos, una de las soluciones que más malestar vecinal acumuló entre los vecinos por el resultado de la intervención; otras propuestas, emanadas de partidos políticos, como el PP, invitaban a aglutinar en torno al edificio de la antigua residencia servicios que están diseminados por inmuebles de La Sal, ya pertenezcan al Administrador Ferroviario a la Renfe.

El desfase que hay entre estructuras y sus futuro inmediato en la capital leonesa depende de forma exclusiva de la inversión. León no aparece en las previsiones para estos conceptos de reorganización, en medio de un reparto presupuestario que Adif centra en zonas de Cataluña, en Navarra o en Valladolid.

Para descartar que haya una intención inmediata para afrontar una reorganización de medios, estructuras y espacio administrativos en la capital leonesa, Adif alude a una estudio que determine las opciones de viabilidad del inmueble contiguo a la estación. Y una vez definidas, se avaluará su coste económico antes de adoptar decisiones.

Los grados de compromiso e inversión vuelven a condicionar los flecos de la actividad ferroviaria en León.