Transcom plantea bajas voluntarias tras la presión de sindicatos y trabajadores

Los trabajadores afectados por el ERE de Transcom podrán acogerse a un sistema de bajas voluntarias tras acepar ayer la empresa el planteamiento que le hicieron los representantes de la plantilla para minimizar el impacto de los despidos. La presión que ejerció Comisiones Obreras, a través de su representante legal Sergio Pérez Merino, surgió efecto entre los responsables de la compañía, abiertos ahora a negociar el reajuste de la plantilla mediante salidas pactadas, aunque hay todavía alguna divergencia sobre las condiciones, que deberán limarse en los próximos encuentros, antes de que expire el periodo de consultas.

Transcom plantea indemnizaciones de 25 días por año, con un tope de 18 mensualidades y un mínimo de 1.500 euros para los que menos tiempo llevan. Mientras, la parte social reclama una liquidación de 28 días con un mínimo de 2.000 euros. La empresa va a lanzar una encuesta no vinculante entre sus empleados para ver cuántos trabajadores podrían aceptar este planteamiento. Los días 18, 19 y 20 de octubre volverán a reunirse para ver si se alcanza un acuerdo.

De momento, la compañía quiere prescindir de 109 personas en su centro de León, diez menos de las que anunció en un primer momento. La presión sindical recortó el número de afectados y sacó de las listas al personal más vulnerable, aunque aún hay 330 trabajadores en total en la lista del ERE que implica también a Madrid.