Cerrar

Tribunales

“El fiscal está equivocado conmigo, soy inocente”, dice uno de los acusados del crimen de Villaobispo

El Ministro Publico rebaja un año la pena para el otro y las defensas aseguran que fue el fallecido quien atacó primero y que actuaron en defensa propia

juicio

León

Creado:

Actualizado:

“El fiscal se equivoca conmigo, soy completamente inocente “, acaba de asegurar en el último turno de palabra uno de los acusados, para los que se solicita una pena de 14 años de prisión. El otro ha rehusado hacer uso del último turno de palabra.

El Ministerio Publicó ha aceptado que uno de los acusados por el crimen de Villaobispo estaba sujeto a los efectos de las drogas en el momento de los hechos, circunstancia que rebaja en un año la pena que solicita para él, que se queda en trece para el primero y se mantiene en catorce años para el otro.

Las defensas sostienen que los investigados en realidad se defendieron del ataqupe del fallecido y solicitan la libre absolución de los cargos que pesan sobre ellos por homicidio, al concurrir la eximente completa de ejercicio de defensa. Además sostienen que los hechos ya han prescrito.

Es la última jornada del juicio que se sigue en la Audiencia contra dos varones acusados de dar muerte en 2008 a un individuo en Villaobispo, al que habían perseguido desde Extremadura.  Un jurado popular decidirá este viernes si consideran probados los hechos o no. Hoy la sesión se está dedicando a la lectura de las conclusiones finales.

Para el fiscal las pruebas “han clarificado los hechos”.  Ha reconocido que hay algunas que sin contradictorias “pero confirman que los acusados dispararon contra la víctima “. Enumeró los testimonios que estos días se han escuchado en sala y que ratifican su versión.

La clave es para el fiscal la versión del instructor de la Guardia Civil, según la cual cada uno de los acusados disparó desde un lado, por eso los testigos aportaron versiones diferentes. Pero el ataque fue el mismo. “Los proyectiles recogidos en el lugar de los hechos corresponden a dos armas”. Los dos acusados actuaban conjuntamente, según el fiscal. “Por lo tanto, ambos son autores”, conminó al jurado, con gestos de disentimiento de la letrada de uno de los procesados.

No hay indicios de que un tercer sospechoso de los hechos participara en el crimen ni de que las armas de la víctima y sus hermanos hubiesen sido disparadas. Tampoco concurren las atenuantes de dilaciones indebidas “porqué los sospechosos estaban en busca y captura, no es una circunstancia que se pueda achacar a la Justicia “.

“Analicen las pruebas con sentido común para alcanzar un veredicto”, pidió al jurado.

La defensa del primer sospechoso ha insistido al jurado en que los acusados se defendieron de la agresión inicial de la víctima. Esta circunstancia permitiría esgrimir el argumento de la defensa propia que eximiría a los investigados. Acusó duramente a uno de los guardias de haber mentido en el juicio y dar en sala una versión diferente a la que manifestó en fase de Instrucción. “Ha sido el juicio Pokémon, las versiones han ido evolucionando”, dijo.

El letrado se refirió a una testigo protegida. “Nadie ha asegurado haber visto en primera persona los disparos y ésta persona estaba allí “. Lo corroboró, según él, el informe de la Guardia Civil. Por eso, según esta parte, la acusación se queda coja.

Reportó conversaciones telefónicas entre los acusados y sus familiares, que desconocían que sus teléfonos estaban intervenidos, que aportan una versión de los hechos diferente a la que presenta el Ministerio Fiscal. 

La defensora del otro sospechoso insistió al jurado en que lo único que deben tener en cuenta para su veredicto es lo que han escuchado en sala. Criticó las investigaciones policiales “donde suele haber presiones” y lamentó que en el juicio que hoy acaba en la Audiencia “se haya echado barro”, por parte de los investigadores. “No se ha probado que mi cliente sea el autor de los hechos”.

Recordó que la causa se había archivado por falta de autor conocido. Se aferró a “errores de procedimiento” en la rueda de reconocimiento de los sospechosos y lo achacó a intereses policiales. “No hay prueba objetiva, solo elucubraciones policiales”, afirmó la letrada.

“Estar en el lugar de los hechos no es delito. Lo hubiera sido disparar y de eso no hay pruebas”, recordó la abogada. “Ni un sólo testigo lo identifica”. El fiscal, según esta parte “ha hecho presunción de culpabilidad “. Lamentó que no se haya tomado en cuenta que la víctima tuviera restos de pólvora en las mansos “y que sin embargo no se haya dado por acreditado que había disparado”.

Cargando contenidos...