Diario de León

Fanjul y un discurso sin sesgos

La periodista pronunció en la entrega de los premios Decreta 2022 un discurso a la altura de sí misma, que reproducimos íntegramente

La periodista, con el premio que la acredita por su defensa de León. DL

La periodista, con el premio que la acredita por su defensa de León. DL

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"Voy a ser breve. Quiero daros las gracias por haber pensado en mi para la primera edición de este premio que espero que tenga un recorrido largo y fecundo, como el talento de los leoneses.

Alguien me dijo una vez que hay que tomarse en serio lo que haces y no a ti mismo. Esa es la manera de que lo que hacemos aquí sirva para algo y le valga a alguien. Yo lo hago desde las páginas del Diario de León, junto a mis compañeros, los mejores profesionales del periodismo que he conocido.

Me habéis dado el premio junto a Hernani Días, presidente de la Cámara Municipal de Braganza, y uno de los impulsores de la autovía León-Braganza, que este otoño cumple 20 años de olvido y displicencia por las administraciones central y autonómica. Creo que la Junta ha consignado a este proyecto diez mil euros en los presupuestos de 2023. 

La otra persona con la que comparto este reconocimiento es Julio Lago,  una persona muy querida para mí. Julio es catedrático, un intelectual y un maestro. Creador de la Iniciativa por la Autonomía Leonesa, expolea la conciencia de los leoneses, su necesidad de conformarse en autonomía.

Le conocí el mismo año que Paul Auster vino a León. Habíamos hecho un reportaje sobre la economía leonesa. ¿Recuerdas, Julio? Ya, por entonces, todo pintaba negro. Me diste muchas claves que me permitieron pensar que había que hacer pedagogía con el presente y el futuro de la provincia.

Han pasado casi quince años. No tanto, pero mucho. La cita de Auster tiene un por qué. En la entrevista que le hice, el escritor me dijo algo que nunca he olvidado. Me dijo que no somos reales hasta que la vida nos introduce en el vientre del tiburón y logramos salir de él. Como Pinocho o como Jonás. 

Eso fue, de algún modo, lo que le ocurrió a nuestro rey. Alfonso VIII, no IX. Esa es otra de los derechos de pernada que Castilla ha infligido a León para borrar su contribución a la humanidad. Así que, no, Alfonso VIII de León no lo tuvo fácil, pero logró salir del monstruo y, gracias a eso, hizo que el mundo avanzara. 

No sabemos cuál es nuestra verdadera dimensión hasta que nos ponen a prueba. Alfonso tuvo que luchar contra su madrastra, después contra su primo, el que le robó el ordinal, contra el Papa, y al final con su propio hijo, Fernando. Pero nuestro rey demostró que la necesidad es la madre del ingenio y en una época de oscuridad creó un corpus legal que anticipó la historia en más de un milenio.

Así que esas Cortes por las que hoy la Unesco reconoce que el Viejo Reino es el embrión, el germen del parlamentarismo, crearon la base de un legado revolucionario por el que el propio rey quedaba obligado, unas leyes que desterraban los privilegios, la corrupción y defendían la propiedad privada y el acatamiento de la justicia. Hoy hay muchos que hablan de justicia sin saber muy bien de lo que hablan. Pues bien, Alfonso y los hombres buenos de León le dieron carta de naturaleza.

Siglos después, la Escuela de Salamanca, en el seno de la universidad creada por Alfonso revolucionaron de nuevo el mundo y sus sabios actualizaron el legado del rey con ideas que aún hoy son imposibles en medio mundo pero que entonces contribuyeron a hacer de España un lugar mejor. Me refiero a la defensa de los derechos individuales a la vida, la libertad y la igualdad ante la ley, a la propiedad privada, a la soberanía del pueblo y a la necesidad de rebelarse ante los tiranos.

De León parte la declaración de los Derechos Humanos tal y como hoy la conocemos. León es, por lo tanto, el embrión de la civilización. Por eso, el intento de borrar la hazaña de este Viejo Reino es la trama de los reaccionarios españoles, de esos viejos españoles que nunca se han acomodado a la España que sigue latente a pesar de los esfuerzos del poder por acabar con ella.

Es la España de las Cortes de Cádiz y será la España que nos permita lograr nuestra autonomía como individuos. No somos tribu, somos la conciencia de libertad de este país. 

Los datos son claros. León vuelve a estar en decadencia. Lleva muchos años cayendo pero no es hasta que la vida nos mete en el vientre del tiburón cuando nos hacemos reales y en esta ocasión tendremos que luchar por liberarnos del monstruo. León sumó el año pasado cuatro mil defunciones más que nacimientos, uno de los peores saldos de España.

Nuestra provincia subsiste en un 80% de la economía subvencionada, es decir pensionistas, funcionarios y personas que viven de subsidios y el 20% son mayoritariamente mileuristas. Estamos, como Alfonso VIII, ante una encrucijada delicada. De lo que hagamos en los próximos años, cada uno desde sus posibilidades, dependerá que el legado de León desaparezca o perviva otros mil años más.

Muchísimas gracias a todos"

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