Una de las tres instalaciones clandestinas de España

Junto con las trece armas de fuego y 8.800 cartuchos metálicos que los investigados poseían ilegalmente en el taller de León, en España se desmanteló otro en Madrid que fabricaba armas de fuego con impresión 3D. Allí se encontró un subfusil FGC-9, una de las armas más letales a nivel mundial dada su capacidad de hacer fuego automático como ametralladora y pequeño tamaño. En la provincia de Jaén se localizaron talleres clandestinos dotados de maquinaria industrial pesada (tornos, fresadoras, prensas hidráulicas), se intervinieron 28 armas de fuego, varias fusiles de asalto catalogados como armas de guerra, 23.350 cartuchos, 29 silenciadores y 17 kilos de sustancias explosivas. Por su parte, en Alemania se desarticularon cuatro talleres con 10 armas y 5.000 cartuchos, mientras en Suecia se arrestó a una persona que transformaba armas de fuego en reales, y en el Reino Unido hubo tres arrestos por fabricar armas, tener grandes volúmenes de municiones, precursores de explosivos, pólvora y hasta un lanzagranadas militar.