La pista, un arqueo de efectivo por la venta de entradas que hizo agua

No encajaba. La revisión contable que efectuó el Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo puso en solfa el arqueo diario de efectivo por la venta de entradas de los usuarios que acudieron a las piscinas municipales y centro de ocio de Trobajo, sobre todo, por la falta de ingresos en la cuenta municipal derivados de esas instalaciones. Un ‘metálico’ sin aparente control, pero que no es nuevo. Los presuntos cambalaches ya suscitaron a lo largo de la historia de las piscinas varias peticiones de investigación. En 2001, UPL destapó un supuesto desfase de 873.000 pesetas, que en aquel momento el Gobierno del PSOE encabezado por Miguel Martínez despejó asegurando que era un problema de la empresa concesionaria que se resolvió con la devolución del dinero. Exoneró a los funcionarios sobre los que recayeron las acusaciones. En 2014, el PP se enfrentó a una insólita situación que le llevó a intervenir administrativamente las piscinas municipales, tras haber dejar empantanada la gestión la adjudicataria Gexín a final de 2013. Fue el inicio de una larga batalla judicial sobre el contrato de explotación que se resolvió a favor del Ayuntamiento. En 2016, el entonces portavoz de Ciudadanos, Juan Carlos Fernández, propuso una Comisión de Investigación sobre la gestión económica de las instalaciones que recibió el okey de todas las fuerzas políticas para dar luz a la recaudación y la contabilidad, pero quedó estancada.