Diario de León

Los usuarios de Feve denuncian el caos sin fin con supresiones de trenes y burlas

Viajeros abandonados en los apeaderos, sin plan alternativo y con atención remota desde Miranda de Ebro o Madrid

Editorial: El éxito de una línea férrea tan maltratada

Imagen del apeadero de Feve, ahora cercanías de vía estrecha, en la Asunción. RAMIRO

Publicado por
L. Urdiales
León

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Un tren que no llegó, un servicio suspendido; una secuencia repetida, hasta superar toda capacidad de aguante del usuario. La línea de ancho métrico en León supera cada día el nivel de incidencias de la jornada anterior. Hasta que en esta semana, el desbarajuste llegó a tal nivel que los viajeros se quedaron en el andén, en el apeadero; sin el tren que esperaron de forma infructuoso; sin el taxi que, a veces, le cubre la ausencia.

Un tren de cercanías que parte de Matallana no se puso en movimiento; así que la consecuencia se extendió como piezas de ajedrez, Torío abajo, donde el efecto del fallo en el servicio ferroviario no encuentra disimulo. «Hablamos de viajeros que van al trabajo, al médico; nadie de estos pueblos sale a esas horas de mañana por motivos de ocio; hablamos de gente que se quedó sin llegar al trabajo, a las citas médicas», expone una de las usuarias del tren, en el desconcierto que supuso enterarse de sopetón que no había tren, y que tampoco había alternativa.

Desconcertada también, por lo que encontró en la secuencia posterior al tratar de encontrar explicaciones: En Miranda de Ebro (donde está localizada a la atención al viajero de este cercanías Renfe, antigua Feve) se tomaron con cierta sorna la respuesta y la solución, para explicar que no hubiera taxis o autocares que taparan la supresión del tren. «Y en Madrid, llegaron a decirnos que no tenían incidencia registrada en León», relata.

Y estos pasa todos los días, claman los usuarios que esperan por soluciones que no terminan de llegar. «Un día falta u tren, y otro día, dos; las excusas que ponen siempre es que no hay maquinistas, cuestiones que no terminan de coincidir con la oposiciones que se aprueban». Los viajeros afectados que han decidido elevar la voz para tratar de frenar esta imprevisión que soportan no pueden evitar ver destellos de «chanchullo» cuando conocen las cuantías que aprueba y destina cada año la UE para financiar estos servicios públicos en cercanías.

La bola de las supresiones no deja de crecer. Si la semana se inició cruzada para los usuarios «en medio de ese mogollón de incidencias, sin taxi, sin autobús, y te dejan colgados en la parada, y la parada es un apeadero en meditad del campo, donde no tienes ni donde protegerte», la tarde del miércoles se resolvía a fuerza de improvisaciones: tres taxis subía Torío arriba lejos de la vía, donde no había trenes por falta de maquinistas. Y esto, sin que Cercanías reconociera incidentes.

Relato a diario

«Esto es un desastre diario; suprimen trenes y te dicen que no hay incidencias»
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