Urgencias, a tope de pacientes que se 'saltan' primaria
El servicio alcanza el pico de 500 personas como es habitual en enero por la suma de virus respiratorios y estomacales, pero el 67% llega motu propio
Cada enero, la suma de los virus respiratorios y las dolencias comunes suelen saturar las Urgencias del Hospital de León. Una máxima que se ha vuelto a cumplir esta semana, con picos de 500 personas en el triaje de este servicio, lo que provocó hasta siete horas de espera y enfermeras realizando las extracciones de sangre para las analíticas de rodillas, como se pudo ver ayer, en un intento de ganar tiempo.
Incluso se alcanzó el pico de 607 usuarios en Navidades, con una avalancha hasta ahora no contabilizada de enfermos con cuadros gripales el 26 de diciembre. El aluvión de entradas se concentra especialmente a partir de mediodía y hasta las siete de la tarde. El problema añadido es la carencia de boxes suficientes, de modo que la esperas se dilatan según la rotación que se pueda dar a esos espacios.
No obstante al investigar quién acude a Urgencias, destaca que un 67% de los usuarios se acercó por iniciativa propia, sin haber acudido previamente a sus médicos de cabecera.
Fuentes sanitarias confirman que, efectivamente, «dos de cada tres pacientes atendidos» en el servicio estos días se había «saltado» la visita al centro de salud, lo que impide filtrar muchos casos que no podrían apellidarse como urgentes y que se habrían resuelto con esperas más cortas. Además no generarían el tapón que se produce a la hora de supervisar a enfermos más graves y que requieren atención prioritaria.
Por eso Urgencias está repartiendo unas hojas informativas en la entrada del Complejo Asistencial Universitario de León, donde se explica cómo actuar ante una enfermedad y se resalta la importante labor de cribado que efectúa Atención Primaria.
Urgencias realiza un triaje de los enfermos en función de la gravedad y diferencia, al menos, cinco niveles. El nivel uno implica prioridad absoluta, atención inmediata y sin demora. El dos engloba situaciones muy urgentes, de riesgo vital y la asistencia médica debe efectuarse con una demora de hasta 15 minutos. El paciente de nivel tres se cataloga como urgente pero estable hemodinámicamente, con potencial riesgo vital. Corresponde a una emergencia de mediana gravedad, mientras los de nivel cuatro corresponden a un problema de salud no urgente y los del cinco serían en realidad clasificables como una consulta de salud general. Detrás de las casi 146.000 visitas que recibió el servicio el año pasado existe una historia diferente.
Los datos reflejan que acuden más mujeres, los lunes y por problemas de nivel 4 consideradas urgencias menores, potencialmente sin riesgo vital para el paciente y que se atienden con una demora máxima de 120 minutos.
De las consultas de Urgencias, solo un 9%, 13.140 casos, fueron de nivel 1, que requieren atención inmediata y donde la intervención puede incluir tener que «resucitar» al paciente; 21.900 (15%) se registraron de nivel 2, muy urgentes de riesgo vital, inestabilidad o dolor muy intenso, con una atención antes de un cuarto de hora; 41.900 (28%) de nivel 3 en pacientes estables pero con riesgo, que requirieron pruebas diagnósticas y esperan 60 minutos, mientras las de nivel 4, son las más numerosas con casi 58.400 (40%). Las no urgentes que revisten poca complejidad o acuden por cuestiones administrativas y citaciones (nivel 5) sumaron un 7% con una espera mínima de 4 horas.
De ahí que el Hospital considere necesario efectuar más pedagogía para explicar cómo funciona la Sanidad y la opción de filtrado de las enfermedades que se realiza en los Puntos de Atención Continuada y urgencias de Atención Primaria sin necesidad de acudir al Hospital. Claro, que el desconocimiento es más fácil de corregir que la aprensión o la urgencia que aprecia cada persona sobre su dolencia, lo que ha provocado curiosos casos en el triaje de Urgencias, donde han llegado personas que se cortaron el dedo con un folio, un cansancio raro que eran agujetas o un grano en el ‘triángulo de la muerte’. En cambio, un accidente, un golpe fuerte en la cabeza, un sangrado abundante, tensión por los suelos, fiebre superior a 39,4 °C, la pérdida de la sensibilidad o de coordinación y la incapacidad para realizar movimientos correctamente sí entran dentro de lo considera urgencia hospitalaria. En estas fechas, con el comienzo del pico de infecciones respiratorias, es típica la saturación del servicio que otros meses ronda una ocupación de 300 a 350 personas diarias. Pese a la avalancha de personas que ahora se acercan a Urgencias, sólo está ingresando un 12% de pacientes.