Tras 7 millones para crear ZBE la ciudad aún no hay ordenanza
El Gobierno llama a «acelerar» las Zonas de Bajas Emisiones, sin aprobar aún en León
La ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), Sara Aagesen, efectuó ayer un llamamiento para «acelerar» la creación de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en las ciudades en las que aún no están activas, para «trabajar por la salud de las personas, sobre todo las más vulnerables». Y reiteró que «ya no valen las excusas».
Una petición que recae de lleno en León, ya que la ordenanza reguladora de esas zonas aún no se ha aprobado en pleno, como fija la Ley de Cambio Climático y Transición Energética. No obstante, el Ayuntamiento ya ha invertido siete millones para desarrollar las ZBE, con obras de 4,5 millones para el «calmado del tráfico» en las calles Alfonso V, Gil y Carrasco, San Agustín, Padre Isla, Ramiro Valbuena, Felipe Sánchez y José María Fernández, que se han peatonalizado total o parcialmente. El Procurador del Común considera que las restricciones a la movilidad en esas calles son «ilegales», precisamente, porque aún no se ha aprobado la ordenanza.
A esas medidas se suma el nuevo servicio privatizado de alquiler de bicicletas (de más de 450.000 euros), el carril bici que conecta León con el Parque Tecnológico (con un presupuesto de 1,3 millones), intervenciones en pasos de peatones, y los intercambiadores modales de Eras de Renueva y la avenida Asturias. Además, todo el entramado requiere instalar cámaras de control de accesos y señalización (dos millones de euros con cargo a fondos europeos).
La intención municipal es crear dos zonas de bajas emisiones, una en el centro de la ciudad y otra que afecta al 28% de la superficie donde vive el 75% de la población, aunque el equipo de Gobiernono ha especificado los espacios afectados.
El Gobierno central insistió ayer en que existe una guía «con unas directrices muy claras» de cómo se deben aplicar esas zonas de bajas emisiones. Y en la Comunidad, Valladolid, Burgos, Segovia y Ávila ya han aprobado sus ordenanzas, con moratorias de hasta seis meses en las multas. Un okey que no han dado todavía León, Palencia o Soria, como tampoco lo han efectuado otras 27 poblaciones españolas, a pesar de que esas zonas deberían haber entrado en funcionamiento el 1 de enero de 2023.
Muchas capitales de provincia, como León, siguen sin tener implementadas estas zonas y también municipios de más de 50.000 habitantes repartidos por toda la geografía con la excusa de la falta de plazo suficiente para su aprobación, la complejidad técnica de su instalación, la carencia de personal especializado o la falta de recursos financieros.
Algunos ayuntamientos argumentan que han apostado por la conveniencia de emprender otras actuaciones en materia de movilidad o contaminación, o han alegado el bajo nivel de contaminación en su municipio o la especial geografía urbana.
El transporte es uno de los responsables de la contaminación en las ciudades, y según el Instituto de la Diversificación y Ahorro de la Energía (Idae), en España este sector emite el 25% de las emisiones de dióxido de carbono (CO2), uno de los gases de efecto invernadero que empeora la calidad del aire y la salud y aumenta el calentamiento en las conocidas como «islas de calor».
Con el objetivo de aliviar los efectos de calor y de partículas contaminantes, las ZBE buscan fomentar el uso del transporte público y limitar el uso del privado, incrementar el uso de la bicicleta y el ejercicio físico en las personas y la creación de zonas verdes y arboladas.
Con estas medidas se pretende mejorar la calidad del aire, ya que, solo en Europa, más de 300.000 personas mueren de forma prematura por las partículas contaminantes en la atmósfera, según datos de la Unión Europea.
Los vehículos menos contaminantes, es decir, con etiquetas 0 emisiones, Eco, C y B, pueden acceder a las ZBE, y, en algunas ciudades, en festivos, lo pueden hacer todos. Varias autoridades municipales han optado por ampliar la moratoria para la creación de ZBE o la imposición de multas.
Tanto Ponferrada como León habían advertido ya de que sus normativas iban a aplicar las ZBE de forma particular y siguiendo un criterio propio de niveles de contaminación. En el caso de la capital del Bierzo, fue el propio equipo de Gobierno quien hizo público el tirón de orejas del Miteco en ese sentido, reconociendo que se le había recordado que «el cumplimiento de las obligaciones establecidas no tiene carácter opcional».