La inversión prevista por Sepes en avanzar Torneros este año alcanza apenas 2,1 M€
La promesa de que este será, de nuevo, el año del despegue de la plataforma choca con la cifra publicada
Editorial: 'El erial de Torneros sigue sin cambios'

Los terrenos en los que desde el año pasado debía haber empresas instaladas no han sufrido ninguna intervención a día de hoy. RAMIRO
El compromiso verbal del PSOE sigue siendo que en el ejercicio que ahora comienza habrá «partidas económicas importantes» para algunos de los proyectos encallados en la provincia, entre ellos la plataforma intermodal de Torneros. La inversión llegará previsiblemente de mano de unos Presupuestos Generales del Estado que, a estas alturas, siguen buscando apoyo parlamentario para salir adelante. De momento lo único cierto es que la Entidad Pública Empresarial de Suelo (Sepes) contempla en su recién aprobado Plan Anual de Actuación 2025 únicamente la cantidad de 2,1 millones de euros para desarrollar este proyecto, que suma ya 17 años de espera en los que las decenas de promesas que ha cosechado sólo dejan ver el mismo erial que el terreno reservado (y ya expropiado) era al principio.
La última consignación tampoco supone una garantía de arranque efectivo de las obras, porque en los últimos presupuestos anuales de Sepes (encargada de la promoción, adquisición y preparación del suelo para asentamientos industriales y residencias, así como su equipamiento) la inversión prevista era más abultada, y hasta el momento no hay resultados visibles de la infraestructura.
De hecho la plataforma intermodal Torneros-Grulleros tenía prevista el año pasado una inversión de 2,4 millones por parte de la empresa estatal, aunque fue en el Plan de Actuación de 2023 cuando se destacó entre las «principales actuaciones» industriales a impulsar, con una consignación de 25,7 millones de euros. Poco antes se había anunciado el impulso del polo logístico, que para entonces llevaba ya 15 años atascado.
En 2022 Sepes programó una inversión de 5,3 millones de euros en la plataforma; y en sus previsiones de 2021 contemplaba también una «actuación logística en León» por 4,3 millones de euros.
El secretario provincial del PSOE y diputado nacional Javier Fernández Cendón, que viene insistiendo en que esta vez sí Torneros recibirá un impulso definitivo, ha rechazado explicar la exigua partida presupuestaria reservada por la sociedad estatal de suelo, aprobada el pasado mes de julio y que articula el Programa de Actuación Plurianual 2025-2027; o de dónde pueden llegar fondos adicionales. Aunque anteriormente ha insistido en que el proyecto está en la fase final porque «únicamente queda la licitación de la obra»; y en que el proyecto se ejecutará conforme a las fases establecidas (eso ya no es posible) y «con el presupuesto completo para sus finalizaciones».
Ni la subestación
El caso es que ni siquiera está en marcha la subestación que debe alimentar el suministro eléctrico en la plataforma. El año pasado Sepes rechazó la única oferta que se había presentado al contrato de la redaccón del Proyecto de Ejecución de la Subestación de energía y circuito que debe abastecer las primeras fases de la infraestructura. El proceso debe iniciarse de nuevo.
La cuestión es que han pasado 17 años desde que la plataforma intermodal de Torneros se anunció como uno de los grandes revulsivos para la economía de la provincia; y hace algo más de dos años se escenificó un renovado compromiso inversor con un proyecto cuyas oportunidades, en la práctica, languidecen entre la fortaleza logística del creciente polígono de Villadangos del Páramo y la decidida apuesta del Gobierno central por el nodo logístico de Valladolid, en el que la inversión ronda de entrada los 300 millones de euros.
Mientras la sociedad estatal sigue escudándose en que no hay interés empresarial por instalarse en Torneros, el polo vallisoletano acapara el avance agroalimentario. Y los talleres ferroviarios que en su día se comprometieron para León.
Quince más dos años de vacío en inversiones y empresas
La falta de interés empresarial en asentarse en un proyecto una y otra vez comprometido y que nunca ha arrancado es el argumento utilizado desde el Gobierno para esquivar una inversión que sobre el papel sigue ofertando. Desde la perspectiva industrial, la justificación es la contraria: sin infraestructuras ni servicios, el futuro de la plataforma carece de fiabilidad. Una pescadilla que se muerde la cola.
El último gran compromiso con el proyecto dormido se escenificó en octubre de 2022. El Gobierno volvió a poner plazos y presupuesto al eterno proyecto. La primera fase inversora sería de 25 millones de euros en aportaciones plurianuales (el Plan Regional de Ámbito Territorial de la Junta estimaba la inversión en 33 millones). Se comprometió entonces que las obras en el terreno afectado serían visibles antes de 2023, con el objetivo de poner en el mercado 173 parcelas. En ese 2023 se ejecutarían las obras de urbanización, con una duración prevista de 16 meses. Y en 2024 se instalarían las primeras empresas. Hoy sigue sin haber nada.