El miedo a la okupación frena a los propietarios
Pisos compartidos y mejor estudiantes que familias
Los arrendadores apuestan por el alquiler por habitaciones porque les da más beneficios

Una pareja de jóvenes busca piso para compartir. XOÁN REY
La zona con el precio del alquiler en la ciudad de León está en los barrios de La Serna y La Granja, La Palomera, San Lorenzo y San Mamés. La clave, su proximidad al campus universitario. Muchas de las compras que se hacen en estas zonas tienen un objetivo claro, sacarles la máxima rentabilidad con los estudiantes universitarios. «Hay pisos de tres habitaciones a los que incluso les quitan el salón para sumar una habitación más, lo alquilan a 250 euros cada una y sacan mil euros por ellos, independientemente de en qué estado se encuentre», relata Silvia Diez desde La Inmobiliaria La Palomera, para añadir que, si ese mismo piso se alquilase a una familia el precio que podría sacarse estaría por los 650 euros, con lo que la rentabilidad es mucho mayor.
La gente joven también apuesta ya por compartir pisos ante la imposibilidad de alquilarse una casa para ellos solos. «Pero no sólo están los que buscan un piso para compartir con amigos, también hay familias o parejas que ante el elevado precio buscan casas para compartir», relata la propietaria de Inmobiliaria Ana Díaz, para añadir que «cada vez llegan más solicitudes de vivienda compartida».
Los precios suben por el tirón de las viviendas turísticas, aunque como apunta Ana Díaz, «fiscalmente no interesan demasiado», pero también por el miedo a una okupación. «El que se atreve a alquilar prefiere estudiantes a familias», dice Silvia Diez, quien añade: «Antes no se querían mascotas, pero ahora no se quieren niños porque se consideran vulnerables y ante un impago no se puede echar a la familia».
Con poca oferta y mucha demanda, el precio se encarece. Pero también hay pisos cerrados que no salen al mercado, ni en alquiler ni a la venta, aunque también están las inversiones. «Hay gente que tiene dinero y viene a invertir en vivienda a León. Desde Madrid o Barcelona, pero yo también he vendido pisos por videollamada a inversores de Malta o China», relata Silvia Diez, quien añade que esta estrategia «encarece aún más» lo poco que queda en el mercado.
El pasado mes de septiembre, el estudio de Funcas Mercado inmobiliario y política de vivienda en España advertía de que el problema de la vivienda en España es la escasez de oferta, los incentivos fiscales o los avales, al centrarse en la demanda, por «tendrán una eficacia reducida» y un coste para las arcas públicas, además de presionar los precios.