25 años de cárcel para la mujer de Astorga que asfixió a su bebé: "Fría, distante y plenamente consciente" del asesinato
Los hechos, calificados como un delito de asesinato con alevosía y agravantes de parentesco, ocurrieron en la tarde del 23 de febrero de 2024
El cadáver del bebé de ocho meses fue hallado este domingo en un parque junto a un banco.EFE
La Audiencia Provincial de Zaragoza ha condenado a la astorgana Tatiana Diguele a 25 años de prisión por el asesinato de su bebé, un crimen que conmocionó a la provincia el pasado 23 de febrero de 2024. En una sentencia hecha pública por el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA), el presidente del tribunal ha fundamentado la decisión en el veredicto de culpabilidad emitido hace dos semanas por el jurado popular que juzgó el caso, así como en las pruebas y testimonios presentados durante la vista oral.
Los hechos, calificados como un delito de asesinato con alevosía y agravantes de parentesco, ocurrieron en la tarde del 23 de febrero de 2024, en la vivienda que Tatiana Diguele compartía con su pareja en Zaragoza. Según la sentencia, sobre las 17.30 horas, la acusada, estando sola en el domicilio, asfixió a su bebé utilizando un cojín. El jurado consideró probado que el menor, de pocos meses, "opuso resistencia dentro de sus posibilidades", según el informe del forense que realizó la autopsia.
Tras cometer el crimen, Diguele colocó el cuerpo del bebé en su carrito y salió a la calle. Durante varias horas, deambuló sin rumbo por las calles de Zaragoza hasta que, alrededor de las 21.00 horas, decidió ocultar el cadáver detrás de un banco en una zona ajardinada próxima al recinto de Caixaforum.
El cuerpo fue descubierto dos días después, el 25 de febrero, por los investigadores policiales, tras una intensa búsqueda.
Una confesión clave
El testimonio de la propia Tatiana Diguele fue el eje central del juicio. Inicialmente, tras el hallazgo del cadáver, la acusada afirmó que su hijo había sido secuestrado, una versión que rápidamente se desmoronó.
Según relata la sentencia, Diguele, "nerviosa y asustada", acabó reconociendo los hechos y condujo a la Policía hasta el lugar donde había abandonado el cuerpo de su hijo, antes incluso de ser formalmente investigada o detenida. Desde ese momento, mantuvo su confesión, admitiendo la autoría del crimen y mostrando, según las autoridades, un "derrumbe emocional".
Durante el juicio, las psicólogas que evaluaron a la acusada durante la instrucción describieron su carácter como "frío, distante e indiferente". Sin embargo, subrayaron que esta actitud no le impidió ser plenamente consciente de la gravedad de sus actos. Este análisis, junto con la confesión de Diguele y las pruebas forenses, resultó determinante para el veredicto del jurado.
La sentencia
El tribunal, presidido por el magistrado, ha tipificado los hechos como un delito de asesinato de un menor de 16 años, con las agravantes de alevosía —dada la indefensión de la víctima— y de parentesco, por tratarse de su propio hijo, revela la agencia EFE. No obstante, se ha aplicado una atenuante muy cualificada de confesión, reconociendo que la colaboración de Diguele facilitó la resolución del caso. Como resultado, la pena se ha fijado en 25 años de prisión.
Además, la sentencia impone a la condenada el pago de una indemnización de 90.000 euros al padre del bebé por el daño moral causado. También se ha establecido una medida de libertad vigilada durante cinco años tras el cumplimiento de la pena de prisión, con el objetivo de supervisar la reinserción de Diguele en la sociedad.
Reacciones y conmoción en Zaragoza