El tren de la segunda generación del Avril fija pruebas de homologación en León

La próxima generación del Avril ya está en camino; en camino, de forma literal. Unidades de la serie 107 tienen consignas de circulación marcadas entre León y la Variante, donde se supone que anidará el próximo tren de los de alta velocidad a incorporarse a la línea que presta servicio a León. Un nuevo tren en vía siempre es una novedad extraordinaria, y más para un asentamiento como León necesitado aliento, donde las emociones ferroviarias no han hecho más que mermar en los últimos años. El tren en rodaje acerca un nuevo calendario de recorridos para la parrilla de la estación leonesa, que en todo caso no va a poder modificarse hasta mediados de 2026. Esas son las previsiones más certeras que maneja la gestión del ferrocarril para el estreno del nuevo tren, que da continuidad a la saga Avril; de hecho, los rasgo fraternos son tan exagerados que apenas se aprecia a simple vista si se trata de una u otra numeración en la serie. El S-107 está en proceso de fabricación en las factorías de Talgo en la provincia de Álava, en Rivabellosa. Sus cabezas tractoras, en punta y cola, son equivalente en prestaciones y perfiles a las que mueven los 106.

Aunque las composiciones tienen detalles de nostalgia y romanticismo para los incondicionales del ferrocarril español. Los coches del 107 proceden del Talgo VII, que procedían de aquellos trenes que completaban la línea de Vigo a Barcelona, los trenes hotel que dejaron un espacio en la oferta de movilidad en la capital leonesa que no ha sido capaz de cubrirse con otros enlaces.

Un 107 se arma con una composición de doce coches, entre los extremos de las dos tractoras, con una capacidad máxima fijada para un pasaje de 405 viajeros. El matiz es que disponen de una anchura algo más reducida que los coches del 106; suficiente para explicar la resta entre el despliegue de asientos y plazas ofertadas. La longitud de cada composición se marca en 202 metros.

El S-107 ofrece una solvencia para circular en el límite de los 300 kilómetros por hora, en cada uno de las dos de posibilidades técnicas de ancho de rodadura que lleva incorporados; en ancho ibérico e internacional, lo que le distingue como una de las unidades posibles para dar cobertura a las plataformas mixtas de la alta velocidad; el caso que define a la conexión entre León y Asturias.

Dos de las ramas del 107 que están ahora en rodaje desarrollan la fase de pruebas por la línea del AVE gallego. Y toda la planificación para homologar las unidades se desplazará al tramo de la Variante, de León a Asturias, campo de pruebas adecuado a los futuros objetivos comerciales a los que se destinará el nuevo tren, réplica a simple vista del 106. Con un volumen más reducido. La entrada en escena del S-10 ha generado ansiedad territorial por poder ofrecer destino comercial a alguna de las unidades que se calcula que en el plazo de un año estarán disponibles y homologadas para realizar servicios.

Una secuencia calcada a la apetencia creciente que se desplegó en los meses anteriores al anuncio de la entrada en vía del S-106, el primogénito del Avril que vino a abrir una segunda época para las circulaciones de la alta velocidad española, al margen del resultado que acumula en sus dos años de vida, plagado de incidencias. La querencia territorial por los modelos Avril, pese a la hoja de servicios repleta de informes que aporta desde su estreno, se entiende por las prestaciones que ofrece un tren capaz de superar el límite de los 300 kilómetros por hora tanto en ancho ibérico como en estándar. La vía del norte, Madrid-León-Asturias presenta la candidatura a incorporar en la relación de circulaciones alguna del S-107, siempre bajo la fórmula de más servicios y menor coste para los viajeros; también, con el condicionante de que los próximos planes de apertura de liberalización para la entrada de los operadores privados, se va a realizar en el año 2027. Las condiciones técnicas de la vía al norte de la capital leonesa espanta a los operadores, en una oferta condicionada por el doble ancho. Por eso el S-107 resulta tan atractivo en las perspectivas de la conexión de la alta velocidad leonesa, donde persiste la carencia del abanico de posibilidades que las privadas acercan a otros destinos por la geografía española.