Diario de León

Dos rotondas corrigen las carencias de los accesos a las áreas industriales de León

Las intervenciones en la N-120 y la N-630 mejoran la puerta de entrada a Onzonilla y Villadangos

La intervención junto a la N-120 se abre paso en Villadangos.

La intervención junto a la N-120 se abre paso en Villadangos.ramiro

Luis Urdiales
León

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Algunas estructuras de comunicación en León no pueden disimular el riesgo de espanto. Estructuras capaces de poner a prueba la paciencia y la decisión de los emprendedores y empresas que eligen asentarse en zonas industriales de la provincia, pese a que los accesos ejercen un poder disuasorio relevante. En dos de estos puntos, los accesos dejarán de ser excusa para desviar la voluntad empresarial. Onzonilla y Villadangos, dos de los enclaves de actividad económica más notables en el centro de la provincia leonesa, ven cerca la corrección del déficit. La puerta de entrada al polígono colindante a la capital leonesa confluía hasta ahora en un cruce con un ángulo de visibilidad reducido, con un aparte del tramo en pendiente, y un acceso desde una carretera comarcal a una nacional en el que se consolidó durante años uno de los puntos negros de tráfico en León.

El caso de la N-120 a la altura de Villadangos viene apurado por la eclosión del polígono del alto páramo, al que hace falta acceder por una nacional saturada, y una fluidez torpedeada por un peaje que retrasa y retuerce el desarrollo. Al enclave industrial de la provincia comenzó a apretarle el traje que se hizo a medida hace dos décadas, abocado a una carretera principal saturada y una secundaria con una estructura precaria para la exigencia del tráfico pesado que convoca este asentamiento. Con una puntualidad casi suiza, se ha dado inicio al proyecto de nuevo enlace, que intervendrá en la nacional y duplicará la opción de salida del recinto, con una rotonda y ramales elevados, un scalextric de tono futurista, según se pinta en las simulaciones.

La rotonda que se acomete en Onzonilla, entre la salida al Páramo y La Bañeza, entrada lateral a la segunda fase el polígono, viene a saldar una deuda crónica que afecta a 150 empresas y 2.500 empleos; son datos que ofrece la administración que impulsó la obra, la misma que impulsó el reajuste en Villadangos, la autonómica. La nueva estructura llevaba siete años sobre el plan de reconvertir en rotonda el cruce de la C-622, a La Bañeza, y la N-630; uno de los vértices infames de las comunicaciones en la provincia leonesa, que obliga a vomitar aforos de más de cuatro y cinco mil vehículos diarios sobre un stop con escasa visibilidad y retorcido por un cambio de rasante. A ese encaje le quedan días, según se aprecia en el proceso para alicatar todos los flecos entre las dos carreteras, un vértice entre dos carreteras que terminará absorbido por una circunferencia que racionalizará el tráfico recurrente por esta área; cada vez menos vinculado a la salida hacia las autovías del acceso sur de León, cada vez más orientado a la demanda y oferta del área industrial. Se culminará con una inversión de 0,6 millones de euros.

Villadangos se va a beneficiar de un reajuste relevante en las estructuras de comunicación de la zona de influencia de la N-120, sometida a una presión inaudita en la provincia de León, y alejada de soluciones que merece la seguridad de tráfico por parte de la administración competente en el vial; no es el Gobierno quien tomó la iniciativa de revocar las condiciones de entrada y salida del polígono industrial leonés. La inacción en una carretera de titularidad estatal ante hipertensión arterial y circulatoria llevó a la Junta a mover ficha para poner la entrada del polígono a la altura de los retos fijados para este enclave. Se acometen ya actuaciones con el fin de levantar dos rotondas, que complementarán los accesos al recinto, saturados en algunos momentos por la concurrencia de transporte pesado. El foco de Villadangos da luz ya a una nueva ampliación que supondrá doblar la extensión actual; esta expansión avanza más actividad, fluidez de mercancía, la mayor parte movida por carretera. La primera de las intervenciones se marca en pinchar en el cauce de la N-120, a la altura de su kilómetro 319, para una conexión en forma de rotonda, un enlace a dos niveles según los dibujos que plasman el proyecto, y que permitirá la entrada y salida del polígono y ajustar el sentido del trayecto sin necesidad de recurrir a la circular central, que hasta ahora carga con casi toda la afluencia en este punto; la intersección que abre el tráfico desde la carretera LE-413, con dirección a Villanueva de Carrizo, que secciona la propia N-120, y da continuidad hacia la estación de Villadangos, o los ramales de entrada a la autopista de pago León-Astorga. La rotonda se armará como encaje del lazo de acceso actual, que permite entrar al polígono paramés desde la misma nacional, cuando se circula en sentido Astorga. Dos vías de servicio paralelas van a complementar la plataforma, que permitirá entrar en el anillo superior o incorporarse porel cauce de la propia Nacional 120.

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