Diario de León

Ni la OCU ni el Ayuntamiento logran detectar alcohol adulterado en los bares de León

Es de sobra conocido el rumor de que las bebidas de determinados locales de copas son de garrafón. La OCU ha acudido a varios establecimientos a comprobarlo y en ninguno han servido alcohol adulterado. La Policía Local, por su parte, ayudada po

El laboratorio municipal realizó los análisis de la campaña promovida por el Ayuntamiento

El laboratorio municipal realizó los análisis de la campaña promovida por el Ayuntamiento

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

La mayoría de las inspecciones sanitarias no van más allá de controlar el grado alcohólico para ver si se ha añadido agua y, en algunas ocasiones, verificar si es o no el licor en cuestión (whisky, ron, vodka, etcétera). En caso de que se haya sustituido un licor caro por otro barato, la inspección no solía detectar los fraudes. Pero la OCU, el laboratorio municipal y la Policía Local fueron capaces de determinar ese aspecto y, aún más, de poder afirmar si el licor expedido corresponde o no a la marca que se indica en la botella. La conclusión básica del estudio elaborado por la asociación de consumidores es que los catadores han determinado la inexistencia de olores y sabores extraños, la ausencia de diferencias entre el olor y sabor de las muestras y la bebida estándar, y revelan que todas presentan la misma tonalidad. A esta misma conclusión llegaron los estudios realizados por el laboratorio municipal en su día para controlar el garrafón en los bares de copas y en las tiendas de León. A pesar de que adulterar alcohol es una práctica en desuso, se sigue rumoreando que en determinados establecimientos se da garrafón. La OCU explica que, según los datos de los fabricantes del licor utilizado para su estudio, las elevadas cantidades de dinero que han empleado para combatir el fraude han conseguido reducirlo de un 6% en los años 90 a un 1% en la actualidad. Otra de las explicaciones que dan los consumidores para justificar la percepción social de que el garrafón todavía existe es que el consumidor no es un experto. «El sentido del gusto se satura fácilmente y, una vez cargado, es imposible apreciar bien los sabores. El ambiente del local, el humo, un vaso mal aclarado, el tabaco -bloquea las papilas- y la alta graduación del propio alcohol pueden confundir el sentido del gusto y hacer creer que la bebida que está tomando no es la misma de siempre», indica el estudio. La ingesta abusiva de alcohol de buena calidad produce también una serie de trastornos en el metabolismo que también origina resaca. Las náuseas, vómitos, dolores de cabeza, etcétera, del día siguiente pueden hacer pensar que el alcohol está adulterado, cuando lo más propable es que el organismo no ha tolerado tanto alcohol, aunque fuera una cantidad relativamente moderada, añade la OCU en su informe. Este estudio incluye un amplio estudio de precios de la copa pedida, que en León se encuentra entre los 3,5 euros y los cinco, dependiendo del local y la zona de copas. Para llevar a cabo este estudio se recogieron más de cien muestras en distintos bares. De ellas se eligieron las doce que a juicio de varios colaboradores tenían sabores o colores extraños. Tras ello se comprobó que se trataba de la misma bebida que la estándar vendida en los supermercados. La conclusión es la misma a la que en su día llegó el laboratorio municipal de León, tras analizar las muestras recogidas por la Policía Local en bares y en supermercados. En esta ocasión tampoco se detectó fraude en ninguno de los puntos de ventas del alcohol.

tracking