Diario de León

| Entrevista | Teresa Gutiérrez Álvarez |

«Quiero sacar de la invisibilidad el trabajo cotidiano de las mujeres» De la APA a la militancia

Teresa Gutiérrez, ayer después de un desayuno de trabajo

Teresa Gutiérrez, ayer después de un desayuno de trabajo

León

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La pegatina del No a la guerra y un díptico sobre mujeres operadas de cáncer de mama son las únicas cosas que ha puesto en el despacho de la primera planta -sus compañeros están en la sexta- del Ayuntamiento de León en Ordoño II. Teresa Gutiérrez, la número 10 del PSOE, salió concejala a la primera y gobernante, también a la primera. Habla rápido, alto y claro y sabe que le falta presupuesto, este año, para sacar adelante proyectos del programa socialista como la Casa de las Mujeres, crear la figura de la Defensora de la Igualdad o el Observatorio de la Publicidad Sexista. Es de las que piensan que a los hombres no hay que darles una, ni dos sino todas las oportunidades que hagan falta para que aprendan a poner pañales. «Seguro que a la tercera lo hacen muy bien». -¿Por qué el cambio de nombre de Igualdad de Oportunidades a Concejalía de la Mujer? -La igualdad de oportunidades en realidad debe abarcar cualquier colectivo de personas que esté discriminada (inmigrantes, gitanos, parados...) y nosotras queríamos que quedara muy claro que las mujeres son todavía, tristemente, un colectivo que vive una discriminación grave. No teóricamente, legalmente, pero sí en la práctica. Pero cuando las trabajadoras me han dicho la cantidad de papel que había impreso con el anterior membrete me he echado las manos a la cabeza. -Hay quien se pregunta aún ¿Por qué no Concejalía del Hombre, también? -Queremos que haya igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres; pero las mujeres aún no tienen algunas oportunidades que los hombres han tenido desde siempre. Si los hombres son conscientes de que viven una situación de desigualdad, ojalá seancapaces de organizarse y que les cueste mucho menos tiempo pelear de lo que nos ha costado a las mujeres. Van a tener nuestro apoyo. El feminismo (yo, desde luego me declaro feminista) es igualitarismo real, un humanismo. -Se ha declarado feminista. Es un término que incluso a muchas mujeres les da miedo utilizar. -Cualquier persona solidaria teine que ser feminista porque un mundo justo nos beneficia tanto a hombres como a mujeres. El término está muy denostado porque hubo un momento que tuvo que ser muy beligerante y algunos hombres entendieron que les iban a quitar a ellos los puestos. Radical en el sentido estricto de la palabra -atajar los males desde la raíz- debería serlo. Pero no en el sentido que se entiende habitualmente en la calle, no creo que haga falta. Antes de pronunciarse contra el feminismo hay que prestar atención a las explicaciones de las feministas. No creo que haya ni un sólo hombre que pueda decir que yo he querido quitarle sus derechos para hacerme yo con ellos, dejándole a él privado de ellos. Lo que quiero es que ambos podamos optar a lo mismo desde una situación de igualdad real, corrigiendo previamente el desequilibrio que arrastramos. -¿Su trabajo se va a limitar a la concejalía o podrá hacer transversalidad? -Esta concejalía anclada en sí misma no tiene mucho sentido. Yo creo que todas las áreas del ayuntamiento tienen que tener en cuenta las necesidades específicas de cada colectivo y, si me apuras, hasta de cada persona individualmente considerada. -¿Se da esta sintonía en la nueva mayoría política municipal? -Personalmente, cada uno tiene una sensibilidad específica ante el tema. Lo que hemos hablado hasta ahora es que todas las áreas se van a comprometer con la igualdad y espero que lo consigamos. -¿Qué aspecto del programa del PSOE es irrenunciable? -Me encantaría decir que la igualdad real, saltar por encima de esos obstáculos que tienen las mujeres; pero para eso hay que dar muchísimos pasos previos. Si puedo entenderlo como el primer objetivo, lo primero es la creación del Consejo Municipal de las Mujeres. Sin la opinión y el punto de vista de todas las mujeres ninguna política estará bien diseñada. Lo primero, para finales de verano, es constituir ya el Consejo Municipal de las Mujeres. -¿Quiénes lo integrarán? -Asociaciones de mujeres, sindicatos, Universidad y todas las instituciones que tengan algo que decir o competencias. Yo creo que el mundo de la empresa tiene que estar representado porque muy mal vamos a hablar de empleo si no tenemos a los empleadores; la Junta, que tiene competencias en materia de salud... Son fundamentales las organizaciones de mujeres, especialmente, las de servicios, pues, con muchos o pocos medios, están haciéndose cargo de cosas que tendrían que hacer las instituciones. -¿Dispondrá de más presupuesto que hasta ahora? -A día de hoy no sé el presupuesto de que dispongo. Ya hemos pedido que nos digan el estado y con lo que quede ya veremos lo que se puede hacer. De cara al presupuesto del próximo año ya intentaremos que se incluya lo suficiente para lo que queramos hacer. -¿Va a pedir medidas de discriminación positiva? -Pues depende, por ejemplo, en las profesiones en las que normalmente se contrata a hombres y a veces con razonamientos aparentemente lógicos que yo no comparto, sí que haría hincapié en que se hiciera el esfuerzo de poner a más mujeres. Pero a la inversa, también, creo que los hombres se deberían acercar más al mercado de trabajo que parece reservado a las mujeres. Ni se imaginan lo que aprenderían. Incluso afectivamente. -¿Va a vigilar en el Ayuntamiento el uso del lenguaje? -He propuesto que se elimine el lenguaje sexista de toda la documentación que genere el Ayuntamiento. Sigue apareciendo, en otras, lo de varón y mujer. Lo que se contrapone a mujer es hombre, no varón y es hombre lo que hay que poner. No hay término femenino que se contraponga a varón. -¿Mujeres públicas y hombres públicos ya es lo mismo? -Pues no, sigue el matiz peyorativo para las mujeres. Queda mucho que andar. Cuando salíamos en campaña varias mujeres también se jugaba con el doble sentido de ir a hacer la calle. -¿Qué mantendrá de su antecesora? -El asesoramiento psicológico y el jurídico y los teléfonos móviles para mujeres maltratadas, que son muy eficaces... Querría hacer muchas cosas, claro. Quiero sacar de la invisibilidad el trabajo cotidiano de las mujeres. Hasta la mujer más proyectada profesionalmente hace un trabajo que nadie valora, está cubriendo áreas que corresponden a las instituciones y está haciendo un trabajo a la sociedad por cero pesetas, incuantificable y encima despreciado. Hay que dejar a los hombres que pongan mal el pañal, porque a la tercera vez ya habrán aprendido Ni se imaginan los hombres lo que pueden aprender en trabajos que se dicen de mujeres Teresa Gutiérrez Álvarez nació en Benllera hace 43 años. Su camino es inverso al que la generalidad de las mujeres en la actualidad. Después de tener un hijo -ya cumplió los 21- preparó una oposición y ahora es funcionaria del servicio de Agricultura en la Junta. Llegó a la política de la mano del movimiento asociativo (la asociación de padres y madres de La Palomera y la Federación Seis de Diciembre) y del sindicalismo y entró en el comité local con Ángel Villalba. Es cofundadora de la asociación de mujeres Clara Campoamor que, como ella dice, «a nadie se le escapa que en su mayoría son mujeres socialistas, aunque no todas militan». Ni en casa se creían que iba a salir, «yendo como iba de número 10». La noche electoral su hijo le dejó escrito en un papel: «Felicidades».Cuando llegó, le respondió: «Gracias».

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