Hormonas clandestinas

Ya en 1989, cinco establecimientos leoneses dedicados a la comercialización de productos ganaderos, uno de ellos propiedad de un veterinario municipal, aparecieron implicados en la venta clandestina de productos hormonales para el engorde de ganado vacuno, prohibidos por la legislación comunitaria y española. La Unión de consumidores Lancia inició la investigación del mercado clandestino de hormonas a raíz del decomiso en enero de 1988 de 16 terneras tratadas con hormonas en un matadero próxima a la capital y ante la actitud de la Administración regional, que poseía las competencias en el tema, de tratar de ocultar la información del suceso. En cinco de los 7 establecimientos dedicados a la comercialización de productos agroganaderos se adquirieron hormonas para el engorde de ganados sin presentar ningún tipo de receta.