Diario de León

Ecologistas en Acción reclama a la Administración más rigor y vigilancia

Denuncian la mala calidad del aire en La Robla por la térmica

Todas las centrales leonesas superaron los límites de emisiones en varios momentos, afirman

Vista de la central térmica de La Robla desde su parque de carbones

Vista de la central térmica de La Robla desde su parque de carbones

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La organización Ecologistas en Acción denuncia en un informe que la calidad del aire en el entorno de las centrales termoeléctricas es malo, e incluso muy malo como en el de La Robla y Cercs (Barcelona). Asímismo, señalan que las centrales de Escucha y Escatrón (Teruel) registraron emisiones superiores a lo fijado y no realizaron las mediciones obligadas por ley, algo que también ocurrió en la central turolense de Andorra. Así, en 2002 se superaron los límites de emisiones de óxido de nitrógeno en España de las grandes instalaciones de combustión, que incluyen refinerías, térmicas y cementeras, según Ecologistas en una información que recoge Europa Press. El límite es de 277.000 toneladas y se llegó a las 278.109 toneladas, dada la elevada demanda de electricidad, la baja producción hidroeléctrica y «una total pasividad gubernamental». Avisos que no se dieron En el caso de dióxido de azufre (SO2) se superaron los límites en determinados días y horas en centrales térmicas, y en el caso de La Robla y Cercs no se avisó a las poblaciones de su entorno como obliga la ley ante la superación de los umbrales de alerta durantes tres horas consecutivas, según recoge el informe presentado en rueda de prensa. El portavoz de Ecologistas en Acción en materia de energía, Ladislao Martínez, criticó la falta de información de las administraciones, que tienen obligación de proporcionar los datos según la Ley 38/1995. En esta línea, Murcia y Galicia «se han negado a proporcionar los datos solicitados» y la organización ha presentado una queja ante la Unión Europea por este motivo. Además, las redes de medición son en muchos casos «inadecuadas», comentó Martínez, ya que no miden los datos necesarios, ni la cantidad real emitida ni el método es el idóneo. «Los límites fijados son muy altos, los mecanismos de dispersión de contaminación muy rudimentarios y no se ha traspuesto la directiva de grandes instalaciones de combustión, por lo que se seguirá incumpliendo la ley en los próximos años», afirmó. España cuenta con 33 centrales térmicas que están en funcionamiento antes de 1987, de las cuales 21 presentan mala calidad del aire en sus entornos y del resto no se tienen datos, según los ecologistas. La central leonesa de La Robla superó en 2002 en seis ocasiones los límites del umbral de alerta, es decir, emitió dióxido de azufre en valores superiores a 500 microgramos por metro cúbico durante tres horas consecutivas, y no se informó a la población afectada. De la misma forma, la central barcelonesa de Cercs emitió en dos ocasiones más del umbral de alerta. Compostilla y Anllares Asimismo, otras centrales que registraron en sus entornos emisiones superiores a lo establecido durante 2002 son Compostilla (León), Anllares (León), Guardo (Palencia), Escucha y Escatrón (Teruel), Aceca (Toledo) y Soto de Riera (Asturias). Por su parte, las centrales de Andorra (Teruel), Escucha y Escatrón (Teruel); Lada, Soto de Riera, Narcea, Aboño y La Pereda (Asturias); Castellón; litoral de Almería; Bahía de Algeciras, San Roque y Los Barrios (Cádiz); Puente Nuevo (Córdoba) y Cristóbal Colón (Huelva) no realizan mediciones obligadas por ley.

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