«Nos estamos pasando con las mastectomías»

Desde hace veinticinco años José Díaz-Faes se ha dedicado a investigar el cáncer de mama, a conocer al detalle cómo actúa, qué necesitan esos tumores para crecer. Todo para saber cómo vencerlo, destruirlo o cuando menos, controlarlo. Cirujano de cáncer de mama, reputado especialista y optimista por naturaleza, asegura que aunque él quizá no lo vea, el cáncer de mama será curable, o cuando menos fácilmente controlable pronto. -Los oncólogos últimamente están muy optimistas sobre el tratamiento del cáncer de mama. ¿Es usted también tan optimista? ¿Conseguiremos que sea una enfermedad crónica? -Yo soy más optimista en el caso del cáncer de mama y lo soy desde hace más de 15 años porque se ha avanzado mucho. Sí creo que será crónica. De hecho empezamos a observar pacientes que a medida que recaían, se les ponía una quimioterapia y era efectiva. Volvían a recaer, el tumor volvía a responder y así continuamente y aparecía una especie de simbiosis entre el tumor y el hospedador, como una entente cordial que hace pensar, o a mí me hace pensar que llegará el momento de poder convertir esta enfermedad en la cirrosis, la diabetes, en un asma bronquial... no sé, en una enfermedad crónica. Hay muchos casos en los que se ve que el tumor tiende a la cronicidad. -Pero una de las soluciones hoy para atajar el cáncer es la mastectomía, y eso es muy duro para una mujer. ¿Hay formas de evitar las mastectomias? -Yo creo que nos estamos pasando con las mastectomías. Creo que la cirugía del cáncer de mama está todavía en manos de cirujanos generales y de ginecólogos generales que hacen también mama, pero no estamos en manos de ginecólogos especializados en esto. Y se están haciendo más mastectomías de las que se deberían de hacer. Creo que el cáncer de mama en manos especializadas no debe aportar más de un 20% de mastectomías y un 80% de tratamientos conservadores. No quiero que esto sirva como una crítica, creo que ésta es la realidad. Pero soy optimista porque creo que es el primer carcinoma sólido, del tipo al de estómago, pulmón e hígado, que se va a curar y no va a ser necesaria la cirugía. -Defiende que se empiece a hacer el «screening» a los 40 años, ¿no es pronto? -Hemos logrado en muchas comunidades que se baje a los 45 años el comienzo del screening y que se llegue a los 70, porque una mujer a los 70 años en este país tiene una buena esperanza de vida. Es cierto que en una mujer por debajo de los 45 años la mamografía es menos rentable porque se detectan menos lesiones, por la característica de la mama. -Cerca de un 10% de los cánceres de mama son hereditarios. ¿Qué aconsejaría a una mujer con alto riesgo de padecerlo? -El problema es que ha ido más rápida la investigación que la prevención. Ahora podemos detectar qué pacientes tienen riesgo genético muy elevado de padecer la enfermedad, pero no estamos preparados para ofrecer a esas pacientes soluciones aceptables que puedan disminuir los efectos de ese riesgo que padecen.