Junta y sindicatos piden a Zapatero que impida el desmantelamiento del azúcar

La Junta de Castilla y León reclamó hoy al presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que lidere las negociaciones para evitar que se apruebe la reforma del sector del azúcar «que perjudicaría a toda España y en especial a esta comunidad autónoma», según publica la agencia Efe. El portavoz de la Junta, Antonio Silván, recordó, en rueda de prensa en Valladolid, que los planteamientos del comisario europeo de Agricultura, Franz Fischler, sólo están plasmados, por el momento, en «una comunicación» dirigida a la Comisión Europea, por lo que «todavía no son una propuesta formal». Silván demandó «una respuesta contundente de todas las administraciones», ante una reforma que no afecta solamente a la comunidad, «sino a toda España». El portavoz de la administración autonómica subrayó que esta respuesta debe ser dirigida por el presidente del Gobierno, para que encabece en la unión Europea «una negociación directa, rigurosa y fuerte» con el fin de evitar que se aplique la reforma planteada por Fischler. Por su parte, el secretario general del sindicato agrario Ugal- UPA, Matías Llorente, apuntó que la reforma del comisario europeo de Agricultura ha sido «un jarro de agua fría» para el sector azucarero y aseguró que «sólo puede salvarnos lo que podamos hacer en el Consejo de Ministros» que se celebrará la próxima semana en León. A este respecto, Llorente, que señaló que «todavía tenemos posibilidades», explicó que se están realizando gestiones por parte de los tres sindicatos agrarios­­- Coag, Asaja y Ugal- para mantener una reunión con Zapatero o con la ministra de Agricultura, Elena Espinosa, con el fin de plantearles una mejora en el documento de Bruselas. El secretario general de Ugal- UPA puntualizó que «lo que nos gustaría pedir al Gobierno sería una subida del precio fijado en el nuevo documento». Además, solicitan a la administración central que las ayudas a los agricultores vayan destinadas aquellos que se encuentren en activo «y no a los que no cultivan en el momento», y que las cuotas no se muevan fuera del país, «sino que se queden dentro». Llorente aseguró que «no podemos renunciar a cultivar remolacha porque puede ser una ruina total» y consideró que «el enemigo del sector no está en España, sino en Europa».