El asesinato de las dos policías leonesas cuestiona la excarcelación de psicópatas

El asesinato de las dos policías leonesas Aurora Rodríguez y Silvia Nogaledo en Hospitalet de Llobregat, que murieron apuñaladas presuntamente por Pedro Jiménez, un recluso reincidente clasificado como psicópata, ha abierto un ácido debate en medios judiciales. El fiscal jefe de Cataluña, José María Mena, se mostró ayer partidario de ampliar las medidas de seguridad, que habitualmente se aplicaban a enfermos mentales o drogodependientes, «a los delincuentes crónicos», en referencia a Pedro Jiménez, el presunto autor del doble crimen de Bellvitge. Mena considera que habría que «revisar y añadir algún párrafo» al artículo 95 del Código Penal, que describe las circunstancias en las que se pueden aplicar esas medidas de seguridad, tales como el internamiento en centros psiquiátricos, de educación especial o de deshabituación. «Este artículo está pensado para enfermos mentales y los psicópatas no son enfermos mentales, son canallas», subrayó el fiscal jefe de Cataluña, quien ha añadido que en el caso de este tipo de delincuentes «el cumplimiento de la pena no garantiza su rehabilitación», por lo que se les tendrían que aplicar medidas de internamiento con posterioridad para asegurar la no reincidencia. «En cualquier caso, todo lo que hagamos de más hay que pagarlo, y este es uno de los problemas que tiene la Justicia».