Carta al alcalde de León

COMPRENDEMOS perfectamente que este no es el lugar ni el procedimiento adecuado para pedirle una audiencia al Alcalde de tu ciudad. Pero cuando ya hemos agotado todas las vías ordinarias y extraordinarias no se nos ha ocurrido otro mejor. Sin embargo, y como consecuencia de lo anterior, sí nos parece el escaparate apropiado para poner de manifiesto las actitudes de nuestro Regidor. El 27 de Febrero del año 2.002, en su anterior mandato, nos recibió Vd. en su despacho de la Alcaldía después de un «largo calvario» bastante parecido al actual. Fue tan grata la visita y tan comprensivas y esperanzadoras sus palabras que no tuvimos reparo alguno en reconocérselo enviándole una carta de agradecimiento que estaba fechada el 1 de Marzo siguiente. A tres años vista de aquel suceso podemos decirle rotundamente que allí comenzó y acabó todo. Lo reconocemos. Fuimos unos ingenuos. Vd. sólo pretendía engatusarnos y ganar tiempo. Nos hemos dirigido a Vd. posteriormente con escritos de 30 de Abril y 21 de Mayo de 2.002, este último por burofax. No tuvieron contestación. Vd. seguía ganando tiempo. Terminó la legislatura. Hubo elecciones. Dejo Vd. de ser Alcalde. Estuvo en la oposición. Alcanzó de nuevo la Alcaldía. Por ello el pasado día 9 de Diciembre de 2.004 nos volvimos a dirigir a Vd., por burofax, para solicitarle nuevamente una audiencia. Evidentemente Vd., una vez más, no ha considerado oportuno ni recibirnos, ni contestarnos. El factor tiempo, seguramente, le parecía importante. Transcurridos 45 días, en un nuevo burofax de 24 de Enero de 2.005, le reiteramos nuestro deseo de entrevistarnos con Vd. Seguimos sin respuesta. Reconocemos que hemos acudido a algunas personas representativas y de relieve dentro de la ciudad para que hicieran de mensajeros de buena voluntad. Tampoco. Desprecio absoluto. Tiempo, tiempo es lo que Vd. cree que necesita. Personalmente hemos coincidido con Vd. en la calle - ¡qué mala suerte! - y, seguramente, al haber testigos o al resultarle violento, no le ha quedado mas remedio que decirnos: «Contad con ello». Pero tampoco. Esta Vd. disculpado Sr. Alcalde. Hay que reconocer que la calle es muy traicionera. Ultimamente ha intentado Vd. una «larga cambiada» para evitarnos y nos ha puesto al teléfono al Sr. Valencia, Presidente de Serfunle. Nuestro respeto y consideración personal para él, pero no es con él con quien queremos entrevistarnos sino con Vd. Y así ya se lo especificábamos muy concretamente en nuestro escrito adelantándonos a su estrategia disuasiva. Evidentemente Vd. sabe más de Serfunle que el Sr. Valencia, pero posiblemente tampoco lo sabe todo. Sin embargo es el Alcalde y, por ende, el máximo responsable, sepa o no sepa, quiera o no quiera saber, se fije o mire para otro lado. Vd. no nos quiere recibir porque pretende eludir el problema ya que, el problema, Vd. lo sospecha, es mucho problema y no desea que le salpique. Se equivoca. Sin duda le salpicará. Ahora Serfunle, S.A. es una empresa mixta cuyo capital en un 51% pertenece a la Mancomunidad de Municipios de León, San Andrés y Villaquilambre. Esta Mancomunidad en su inmensa mayoría pertenece y esta dominada por el Ayuntamiento de León. Y el máximo responsable del Ayuntamiento de León es Vd. Por eso nos queremos reunir con Vd. Comprendemos que Los Jardines les molestan porque representan la libre competencia, la seriedad, el buen hacer, la calidad. Comprendemos que Los Jardines les molestan porque son un obstáculo para alcanzar el Monopolio. Evidentemente Los Jardines son un problema porque el público nos sigue respondiendo, el que a duras penas consigue ejercer su libertad de elección a pesar de todo lo que se orquesta en contra. Evidentemente Los Jardines son un problema porque sus dirigentes actúan desde y con base en la dignidad. No podemos entender como permite Vd. que una empresa leonesa 100%, cual es Los Jardines, con una treintena de puestos de trabajo fijos sea «obstaculizada» diariamente. ¿Tantos puestos de trabajo sobran en este León de nuestros dolores para que, cuando menos, se juegue alegremente con el pan de esas treinta familias? Su empresa municipal ni siquiera es leonesa al 100%. El 49% de su capital está en manos de grandes Constructoras nacionales y de la Banca que lo que buscan, obvia y legítimamente, son grandes rendimientos económicos. Los dividendos que se llevan de Serfunle no se quedan en León. Hay mejores lugares donde invertir. ¿Se presta Vd. personalmente al juego de perjudicar gratuitamente a Los Jardines, una empresa totalmente leonesa, para favorecer la futura existencia de un Monopolio? ¿Quiere expresamente perjudicar a los leoneses quitándoles, ya del todo, la libertad de poder escoger? Ya hemos dicho anteriormente que, creemos, Vd. no sabe la totalidad de lo que acontece en Serfunle. Pero lo que no podemos entender es que no quiera que nosotros se lo expliquemos personal y documentalmente. ¡Cómo Vd. se puede negar a saber! Cómo un Alcalde puede mirar para otro lado pretendiendo ignorar los problemas que tiene en su propio municipio. Bueno, salvo que Vd. esté perfectamente enterado y el problema consista precisamente en no saber como atajarlo. En cualquier caso no deje que el problema le termine devorando. Sr. Amilivia ¿porque no nos quiere recibir? Díganoslo y escríbanoslo. Mientras tanto permítanos un consejo. No se fíe de los que le adulan todos los días enmascarándole las situaciones. No haga caso a los que pretenden confundirle. En serio. ¿No quiere saber de verdad lo que ocurre en Serfunle? En cualquier caso seguimos manteniendo nuestra petición de audiencia.