La oportunidad de los cultivos integrados
Lo augurios de desastre para el sector dejan paso a alternativas, a acondicionar el sector a los nuevos tiempos a los que se dirige el mercado. «La remolacha ya es de por sí un cultivo exigente», comentan los agricultores mientras relatan el amplio proceso de aplicación de fungicidas, herbicidas, sulfatos, riegos que precisa el ciclo productivo, ahora a punto de entrar en su ecuador. La respuesta frente a la caída de precios pasa por mejorar la productividad «llegar a 120 toneladas por hectárea» «o seguir la senda de criterios de calidad del grupo de producción integrada». Con todo, se declaran en manos de la industria.