... era un diario en 1936

Hay unos versos sueltos que afirman que La Verdad ya sólo es un periódico de Murcia. En 1936, La Democracia era un diario vespertino de León. Y en eso se quedó cuatro décadas, sobre las linotipias del medio impreso que dirigía Miguel Castaño, a quien el plomo -qué paradoja- le dio muerte en los fusilamientos del mes de julio por ser alcalde de un ayuntamiento en cuyo balcón colgaba una bandera de España con tres colores: rojo, gualda y morado. Setenta años después de aquellos sueños de plomo, que pese al peso llegaron a volar, la inauguración del monumento a los represaliados, prevista inicialmente para el 14 de abril del 2006, rescatará 300 reproducciones del ejemplar que La Democracia sacó a la calle el sábado 18 de julio de 1936. En León, se glosaba el desastre de la calle Ordoño II, cuyo pavimento se había levantado en su primer tramo, frente a la antigua farmacia de Peña; el lamentable estado de la carretera de Puente Villarente a Boñar; el anuncio de la obra La viuda alegre en el teatro Alfageme; y los nuevos modelos de herramientas para el campo. El «Dragón Rapide» ya estaba en tierra y sólo un artículo de Indalecio Prieto barruntaba la guerra: «La temperatura febril que padece España la está aniquilando. ¿No hay modo de hacerla remitir?». León todavía seguía al pie de la letra la democracia, que días después no cumpliría la definición de Churchill. Si llamaban a las 6 de la mañana a la puerta, no era el lechero.