La Giralda comparte mirada

Tras los pasos de la historia. León y Sevilla anudaron ayer con más fuerza los lazos que unen a ambos pueblos desde la Reconquista. Desde la Puerta de Jerez de la capital hispalense partieron a media tarde una veintena de pendones de distintas comarcas de la provincia, en un desfile que se convirtió en el acto central de las Jornadas de Exaltación de la Región Leonesa a orillas del Guadalquivir. Dulzaina y tambor; jurrus y birrias del antruejo de Alija del Infantado, danzas regionales y autoridades comenzaron la marcha con un termómetro que a esas horas rozaba prácticamente los veinte grados. Ya en la avenida de la Constitución, sevillanos y turistas comenzaron a unirse con fervor al desfile de los estandartes con sus intensos colores. De manera, que cuando la comitiva alcanzó la plaza de San Fernando -frente al Ayuntamiento hispalense- los acompañantes ya alcanzaban la cifra de 6.000. En el consistorio, recepción del alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteserín, a la delegación leonesa. En el recuerdo, los lazos históricos, en el presente, las perspectivas de intercambio abiertas entre ambos pueblos a través del turismo, los productos agroalimentarios y otros negocios. También el alcalde de León, Mario Amilivia, y el vicepresidente primero de la Diputación, Juan Martínez Majo, insistieron en sus intervenciones en este hermanamiento y en la necesidad de seguir ahondando en una amistad que viene de lejos. Intercambio de regalos institucionales y obsequio de la Asociación de Pendones del Reino de León a los munícipes hispalenses. Antes de llegar a la plaza de San Fernando -patrón de la capital andaluza-, a las puertas del consistorio todos tuvieron que demostrar su fuerza y pericia en el manejo de los pendones. Monteserín, Amilivia, Martínez Majo y el director general de Estadística de la Junta, Fernando Mallo, lo intentaron con más o menos acierto. Ante San Fernando Llegó el turno de las ofrendas a San Fernando y de los bailes regionales leoneses al pie de la estatua, que corona el centro de esta conocida plaza sevillana. Vuelta entonces con el desfile rumbo a los Reales Alcázares, con la catedral y la Giralda como testigos de unas enseñas, herederas de estandantes que la ciudad del Guadalquivir conoció como «hija de la reconquista leonesa», tal y como explicó el secretario de la Asociación de Pendones, Antonio Barreñada. Dos horas y media después de partir de la Puerta de Jerez, la comitiva recaló en los Reales Alcázares, en el camino decenas de sevillanos y extranjeros se interesaron por esta tradición leonesa y su origen, explicados por la asociación con el reparto de cientos de trípticos ilustrativos. La delegación accedió por la Puerta de León -con señas en azulejo de la presencia leonesa en esta ciudad- al salón Almirante, donde un emocianado Mallo pronunció el pregón.