La altura es cuestión de perspectiva

El carnaval en la capital leonesa se entretuvo en jugar con las perspectivas. Se llenó la ciudad de zancudos, con sus largas piernas y su inacabable figura, y por contra se otorgó el protagonismo a los niños. Entonces, fue todo más alto, más grande y más importante en la jornada que anuncia el desenfreno que se espera para los tres próximos días. Manda la carne, y ya se sabe que esa es cosa débil para el género humano, pero ya tendrá tiempo la cuaresma de concitar a los espíritus puros para recordar el origen y la vuelta al polvo. La mañana amaneció fría y la gente se subió a lo alto por ver si desde ahí se estaba un poco más calentito. En esas nubes se entretuvieron una treintena de zancudos llegados desde Orense, Logroño, Zamora, Aranda de Duero, Benavente, Santander y Astorga -los invitados de Burgos tuvieron que dejarlo para otra ocasión debido a las inclemencias meteorológicas- para celebrar el primer encuentro de piernilargos , una de las novedades con las que la Concejalía de Fiestas ha adornado el programa festivo de este año. Acompañados por varias bandas de música y animación callejera, los participantes en la iniciativa procesionaron desde la Plaza de la Pícara Justina hasta San Marcelo, entre los peatones desconcertados por el colorido exótico de los trajes, la pérdida de visión de las cabezas de los nuevos compañeros de calle y el desvarío impuesto por la compañía. Con mucho arte Comida mediante, los zancudos estiraron las piernas a primera hora de la tarde ara acompañar a los más de 300 participantes de la cabalgata infantil, que partió de la Plaza de Regla de la Catedral para desembocar en San Marcelo, donde se celebró la gala de elección de los representantes más pequeños de la monarquía carnavalesca. Con una aforo completo, el concurso se decidió que el príncipe del carnaval fuera el mago Aurelio Flórez del Valle -que contará entre su corte con el esquimal Alejandro Rodríguez, el caballero del siglo XVIII Adrián Bernardo y el soldado de Narnia Bruno Martínez- y la princesa su hermana la rumbera Covadonga Flórez del Valle -a la que escoltarán la sacerdotisa de Leuser Yara González, la fantástica Marta Fernández y la laboriosa Andrea Uroz-. Como complemento, entre las mascotas triunfó el conejo brujo de Álvaro Tascón, seguido del perro blancanieves de Cristina Martínez y la cobaya camarera de Sabina Bracic.