Mujer extranjera, doble víctima

La joven A. S. T., de nacionalidad búlgara, pasó de ser víctima de una supuesta agresión con arma blanca por parte de un hombre, con el que presuntamente mantenía relación sentimental, a inmigrante «sin papeles» por la mañana, después de que una pareja se presentara en la Comisaría, la madrugada del lunes al martes, con su ropa y su documentación, incluído un pasaporte que no la autoriza para residir en España. Los hechos sucedieron la tarde-noche del lunes en una vivienda de reciente construcción de la calle Faustina Álvarez, entre la avenida Fernández Ladreda y la Lastra. La mujer salió herida de la vivienda en la que estaba con el hombre, un quinto piso, dejando un rastro de sangre en la pared y en la escalera hasta que fue acogida por un vecino, que avisó al servicio de emergencias 112. La joven confesó inicialmente a los agentes de la policía local y a la persona que la atendió que había sido agredida con un cuchillo por un hombre e incluso algún vecino oyó cómo gritaba: «¡Me va a matar!», pero desde el primer momento se mostró reacia a realizar una denuncia. Una ambulancia trasladó a la mujer al servicio de urgencias del Hospital de León donde después de que le curaran las heridas le dieron de alta ya que, pese a la gran cantidad de sangre derramada, se trataba de cortes superficiales, según la versión policial. La joven pasó la noche en una pensión de la capital a donde fue conducida por los agentes, ante la carencia de un centro de emergencia en la capital para atender a mujeres en situación de desamparo tras un episodio de violencia de género. La Policía Local no llegó a entrar en la vivienda donde supuestamente estaba el agresor por carecer de una autorización judicial, según señaló el intendente jefe Martín Martínez. «Accidente doméstico» Según fuentes policiales, la pareja que se presentó en la Comisaría con la pertenencias de A. S. T. alegó que la joven búlgara «había sufrido un accidente doméstico». Pero en la Comisaría les informaron que el caso había sido atendido por la Policía Local, así que la ropa y la documentación fueron entregados en el cuartel del CHF. Al ver que el pasaporte no estaba en regla, la Policía Local trasladó a la mujer por la mañana a las dependencias de la Comisaría por una infracción contra la ley de extranjería. La Subdelegación del Gobierno ha asegurado que, ante la sospecha de que pudiera tratarse de una víctima de violencia de género, desde el primer momento fue atendida por el Servicio de Atención a la Familia (SAF). Pero la mujer insistió en ofrecer una versión muy diferente a la que cabría esperar. «Asegura que las lesiones se las causó ella misma y no ha querido poner denuncia contra nadie, por lo tanto se ha iniciado un expediente de expulsión», declaró una fuente oficial. Los mismos portavoces aclararon que la mujer fue informada, en todo momento, de que si ponía la denuncia no se abriría el expediente de expulsión. Ninguna fuente ha confirmado si a la mujer se le ofreció asistencia letrada gratuíta, aunque aseguraron que la mujer no está detenida sino «simplemente localizada». Las diligencias abiertas tanto por la Policía Local como por el Cuerpo Nacional de Policía serán remitidas al juzgado de guardia. Según el titular del juzgado de primera instancia e instrucción número 2, que instruye el caso, el expediente de expulsión no se sustanciará hasta no aclarar lo ocurrido que, de tratarse de un caso de violencia de género, sería remitido al juzgado número 4 de León, con competencias exclusivas en esta materia en el partido judicial de León. El misterioso hombre El hombre que reside en el piso donde supuestamente sucedieron los hechos no había sido localizado ayer por la policía, que tampoco facilitó su identidad, ni siquiera iniciales, alegando que no existe denuncia y que la versión de la mujer es que ha sufrido un accidente doméstico y no una agresión de una tercera persona. No obstante, según ha podido saber este periódico el individuo cuenta con antecedentes policiales por tenencia de armas y agresión a otra mujer. La pareja que se personó en la Comisaría de madrugada alegó que conocía poco a este hombre, al que identificaron como Carlos. aunque es un nombre falso. Martín Martínez reconoció que los casos de violencia de género que no se denuncian por miedo de las víctimas u otras razones son muy numerosas. Actualmente, los agentes de la policía local tienen que supervisar más de 260 órdenes de protección de mujeres víctimas. Las que denuncian son un 10%. la punta del iceberg, señala la guía de violencia de género de la Sociedad Castellano y Leonesa de Medicina Familiar.