De Francisco provoca el segundo plante de la oposición en un pleno en 16 meses

La oposición municipal abandonó ayer por segunda vez en los últimos 16 meses el salón de plenos, después de una guerra cruzada de acusaciones de «clientelismo político» relacionado con los contratos labores, donde José María Rodríguez de Francisco llegó a apuntar directamente a tres familiares de concejales del grupo municipal socialista y preguntar retóricamente dónde trabajan. El fuego cruzado se originó en medio del debate sobre la aprobación definitiva de la plantilla de funcionarios y el cuadro laboral, a partir de la intervención del concejal socialista Vicente Canuria, quien aseguró que el Ayuntamiento soporta «uno de los mayores casos de clientelismo político de España o, por lo menos, de la historia de León», que «terminará hundiendo las expectativas de inversión». El edil del PSOE calculó que «en estos momentos hay cerca de 2.200 personas en nómina», contabilizadas las concesiones, y que, «pese a que está presupuestada una partida de 62 millones de euros, habrá que emplear alrededor de 70», a tenor de «los informes del viceinterventor». «Hay 400 personas sólo en la brigada de obras, lo que supone que es la mayor empresa de construcción de Castilla y León», argumentó el ex responsable de Régimen Interior en medio de un discurso en el que vinculó la situación general a «los intereses electorales de algunas formaciones», en referencia al equipo de gobierno de PP y los dos no adscritos recién incorporados al PAL-UL. Al sentirse aludido por el discurso del edil socialista, De Francisco salió adelante. «Yo jamás he firmado un contrato de trabajo», arrancó el edil primer teniente de alcalde, quien recordó que «la clientela son los 372 contratos que dejó firmados el PSOE el día de la moción de censura» y preguntó retóricamente por el lugar en el que trabajan tres familiares de concejales del PSOE, lo que provocó la desbandada en los bancos de la oposición. Con el flanco izquierdo desierto, De Francisco articuló una justificación. «El PSOE siempre se siente aludido por todo y yo no puedo sentirme por nada», argumentó, al tiempo que esbozó que si había provocado una situación que no compartía, pedía «perdón»; mientras que el alcalde, Mario Amilivia, significó que «la estrategia de abandono estaba establecida desde el último pleno».